DÍA 5: PETRA

 Hoy comenzamos el día un poco más temprano, y es que tenemos que aprovechar bien la jornada para visitar Petra, orgullo de éste país, considerado una de las siete maravillas del mundo y Patrimonio de la Humanidad.

A las 7:00 horas estamos en el comedor del hotel desayunando, uno de los mejores desayunos que tenemos durante todo el viaje, por lo que aprovechamos pero bien ...

Anoche, antes de ir a dormir, dejamos encargado en recepción un almuerzo que nos pueden preparar para llevarlo a la visita de Petra, ya que allí sólo hay un restaurante para comer y puede que no nos cuadre en la ruta cuando tengamos hambre.

Nos dan una bolsa con zumos, agua, bocadillos, fruta ... muy completo para pasar el día. Sin demorarnos más, emprendemos el corto camino que separa el hotel de la entrada a la ciudad antigua de Petra.

En la taquilla enseñamos la Jordan Pass y nos dan una entrada que nos sellan más abajo, justo donde comienza la visita (nosotros compramos la Jordan Pass con un sólo día de visita a Petra, pero se puede comprar con más días de visita).

Comenzamos a caminar y ya presagiamos que hoy será una jornada especial en este viaje a Jordania.

Esta ciudad Patrimonio de La Humanidad, capital del antiguo Reino Nabateo, se ubica en un valle angosto que se extiende desde el Mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba.

La ciudad se fundó a finales del siglo VIII a.C. y por su buena ubicación en las grandes rutas comerciales, prosperó rápidamente.

Siglos después debido a un gran terremoto y a que las rutas comerciales se debilitaron, los habitantes de Petra abandonaron la ciudad y ésta cayó en el olvido.

Los nómadas Beduinos que quedaron, vivieron ocultos y protegiendo así este gran patrimonio, hasta que el explorador suizo Jean Louis Burckhardt lo redescubrió (año 1812).

Las construcciones en las paredes de las rocas, hacen que Petra sea una lugar especial abierto al mundo para que todos podamos contemplar y admirar.

A Petra se accede por un sendero de montaña situado al noroeste de la ciudad, o a través de el Siq (entrada principal), un profundo cañón de aproximadamente 1.5 km de longitud y de impresionantes paredes verticales.

Los bloques del Djinn custodian el sendero que conduce al Siq, apenas se sabe algo de ellos, y cual era su función, pero se cree estos tres grandes bloques tallados que pasan desapercibidos en el camino eran tumbas.


Bloques del Djinn

Un poco más adelante pero al otro lado del camino, está la Tumba de los Obeliscos. Se trata de una estructura construida bajo otra más antigua, en dos niveles bien diferenciados.

Tumba de los Obeliscos

Pasada la tumba, encontramos un grupo de "actores" disfrazados para llamar la atención de los turistas y poderse hacer fotos previo pago, luego hacen un breve recorrido hasta la montaña y se ocultan en un agujero esperando a que pasen más personas. 

Un letrero indica que comienza el Siq, la entrada principal a la antigua ciudad de Petra y lo vamos descubriendo casi en solitario.

                                                             El Siq de Petra

El Siq de Petra

Caminar por este impresionante cañón es algo inigualable, hay momentos en que entre las paredes no hay más de dos metros de ancho, pero sin duda lo más impresionante es la impresionante altura de las mismas.

Durante el recorrido del Siq vamos viendo canales excavados en las paredes que servían para conducir el agua hasta Petra, sin olvidar mencionar que al inicio hay una presa que regularía el nivel de agua para que no se inundara el Siq.

Tampoco pasa desapercibido ante nuestro ojos, diversas capillas, algo que sugiere que el Siq era un lugar sagrado para los Nabateos. 

El Siq finaliza en la fachada más espectacular del yacimiento, El Tesoro, cuya silueta se puede ver por primera vez desde dentro del desfiladero y es un recuerdo que te llevas para siempre.

Finalizando el Siq de Petra


Primeras vistas de El Tesoro. Petra

El Tesoro tiene una altura de 43 metros, fue construido por el rey nabateo Aretas III.

Su nombre "El Tesoro" se debe a una leyenda que decía que había un tesoro faraónico escondido en la urna que hay en el centro del segundo nivel, pero posiblemente la realidad fuera la construcción  como templo o tumba real.

Hemos llegado un poco pronto y el sol todavía no ilumina bien toda la fachada, por lo que aprovechamos a tomar un café bien caliente que nos sienta estupendo porque a primera hora de la mañana hace un frío que pela.

El Tesoro esculpido en la roca. Petra

Es sin duda alguna, el lugar donde más gente hemos visto concentrada en todo el recorrido que hicimos en el día, una verdadera maravilla que tenemos la suerte de contemplar con nuestros propios ojos y a la que nos resistimos a abandonar...  Alguna foto más para el recuerdo y seguimos el camino.

abulenses ante El Tesoro de Petra

Seguimos caminado por el llamado Siq exterior, nada que ver con el anterior, sólo es un pequeño desfiladero que nos hace llegar hasta la Calle de las Fachadas y donde ya encontramos los puestecitos de souvenirs.

En la Calle de las Fachadas podemos ver casas y tumbas nabateas construidas en las rocas, no demasiado decoradas, pero son enormes, sobre todo las primeras que vemos en el lado izquierdo.


Tumbas Nabateas


 Calle de las Fachadas


las Pequeñas tumbas. Petra

Casi de frente pero más elevadas, se pueden ver tumbas con la fachada más decorada. 


 Petra


Casas nabateas excavadas en la roca


Colores de la roca. PeTra

Al final de la Calle de las Fachada, comienza la empinada subida hacia el Altar de los Sacrificios (lo haremos a última hora del día antes de salir de Petra).

Seguimos la ruta y llegamos al Teatro, otro gran atractivo de la ciudad.
Se excavó en la roca en el siglo I a.C. para una cabida de unas 3.000 personas distribuidas en 45 filas. Posteriormente los romanos lo ampliaron con capacidad de más de 8.000 personas.
En la actualidad se encuentra bastante dañado tras el terremoto del año 363.



el Teatro de Petra

El camino nos lleva hasta los restos de la antigua ciudad romana que se alinean junto a la Calle de las Columnas, pero no dejamos de asombrarnos de las vistas que tenemos de las Tumbas Reales desde el camino.


Vista de las Tumbas Reales. Petra.

Nuestro objetivo es llegar a los restos romanos y en menos de lo previsto ahí la tenemos.


Llegando a los restos romanos. Petra


Restos romanos. Petra

Desde la Calle Columnada se asciende al templo a través de un tramo de escaleras bien empinadas, y perderse por los rincones y recovecos es la mejor forma de hacer la visita.

El recinto del Templo tiene una superficie de más de 7.000 m2, haciendo que este conjunto sea espectacular dentro de la ciudad de Petra.

El recinto está compuesto por una entrada formal (Propylaeum), un recinto sagrado (Temenos) y las escaleras del este y oeste que a su vez conducen al recinto sagrado del Templo propiamente dicho.


El Gran Templo romano


Visitando el Gran Templo


Restos romanos. Petra


Restos arqueológicos. Petra

Desde el Gran Templo habría que ir a visitar la Iglesia Bizantina, pero nosotros nos lo saltamos, es el momento en el que paramos a comer algo para seguir con energía.


Vista de los restos de la Iglesia Bizantina a lo lejos

Emprendemos un camino con un ligero ascenso que nos lleva directos a las Tumbas Reales, las hemos ido viendo durante mucho tiempo pero desde lejos y ahora las tenemos ahí mismo y son realmente impresionantes.


Posando ante las Tumbas Reales

La primera empezando por la izquierda es la Tumba del Palacio, denominada así por su exuberante decoración imitando a un palacio griego.

Seguida a la anterior encontramos la Tumba Corintia, cuyo nombre deriva de sus capiteles con adornos florales. Es una mezcla de influencia nabatea, en el nivel inferior, y en el nivel superior presenta influencias griegas.


Tumbas Reales. Petra

Seguimos descubriendo las Tumbas Reales y nos encontramos con la Tumba de la Seda, denominada así por las vetas de colores que tiene la roca.


Tumba de la Seda. Tumbas Reales

Estamos maravillados con los colores, tanto en el exterior como en el interior de las tumbas, es fascinante ver las vetas en tonos rosas, blancas y amarillas.

Llegamos a la última de las Tumbas Reales, la que nos pillaba más a nuestra derecha, la conocida como Tumba de la Urna, nombre que se debe a la enorme urna tallada en la parte superior de su fachada.
Tiene un grandioso pórtico tallado en la piedra y una enorme terraza frontal.


Tumba de la Urna. Tumbas Reales


Tumba de la Urna. Tumbas Reales


Interior de la Tumba Real

Esta zona nos ha dejado impresionados por los colores, la grandeza de las fachadas ... nos hubiéramos quedado más tiempo pero nos es imposible debido a que tenemos que subir al Altar de los Sacrificios, y según tenemos entendido es una caminata considerable.


Colores de Petra

Como hemos dicho, nos dirigimos hasta el inicio de la ruta del Altar de los Sacrificios, ubicada cerca del Teatro y sin demorarnos nada, comenzamos a subir escalones de piedra tallados en la misma roca y poco a poco comenzamos a tener vistas de Petra desde las alturas.


Vista de Petra desde las Alturas


Subiendo al Altar de los Sacrificios

La subida para nosotros no es demasiado dura, será por ir viendo el paisaje y las altas paredes por las que transcurre el camino.

Finalmente llegamos al Altar, que como suele ser, se construyó en la cima de una montaña, en este caso, llamada Jebel Madbah.

El Altar de los sacrificios se hace en una esplanada donde se tallaron canales de desagüe para canalizar la sangre de los animales sacrificados.


Altar de los Sacrificios. Petra


Altar de los Sacrificios. Petra

Ni que decir tiene que desde tanta altura se obtienen unas vistas increíbles y precisamente es desde este lugar donde divisamos lo poco que se ve del Monasterio (una excursión a la que hemos tenido que renunciar por falta de tiempo, pero que es una visita imprescindible).


Vista de Petra desde el Altar de los Sacrificios


Parte de la fachada del Monasterio vista desde el Altar de los Sacrificios

Emprendemos el regreso por las mismas escaleras por las que hemos subido (hay otros caminos), y poco a poco comenzamos a ver de nuevo Petra pero ya con los colores del atardecer.


Petra

Nos dirigimos hacia la salida y volvemos a tener delante de nosotros el Tesoro y el Siq, un recuerdo del que creo que nunca nos olvidaremos.


Despidiéndonos de el Tesoro


volvemos a Adentrárnos en el Siq

Llegamos al hotel bastante cansados y con frío. Es el momento de merendar lo que nos ha sobrado de comida y darnos una ducha caliente antes de ir al Espectáculo Nocturno de Petra.

Como ya os dijimos, en el hotel se pueden comprar las entradas (17 JD, ésta no está incluida en la Jordan Pass) y aunque en la calle hace frío y no apetece salir, creemos que la oportunidad hay que aprovecharla y sin pensarlo más  volvemos a la entrada de Petra, eso sí, esta vez en coche.

La experiencia es totalmente diferente a la que tenemos en la visita de día. A las 20:30 horas comienza el espectáculo de luces y sonidos, por lo que es importante llegar con tiempo suficiente para caminar por el Siq sin prisa y disfrutar del silencio, de la oscuridad y de la luz de las velas, lo que hace la experiencia muy mística.

Al llegar y ver iluminada la fachada del Tesoro es una sensación increíble pero a nuestro parecer, permanecer dos horas allí escuchando música es demasiado para el frío que tenemos.
De todas maneras, la experiencia merece la pena y si estás en Petra hay que venir y disfrutar del espectáculo nocturno, aunque nuestro consejo es que lo hagáis antes de hacer la visita de día, porque el factor sorpresa se pierde un poco.


Espectáculo Petra by Light


















DIA 4: MADABA- MAR MUERTO- GARGANTA WADI MUJIB- CASTILLO DE KERAK- PETRA

 Después del delicioso desayuno que nos ofrece el hotel, nos ponemos en camino. 

Hoy nuestro destino final es la ciudad de Petra, pero el recorrido lo haremos por una carretera panorámica donde no dejaremos de ir viendo por un lado el Mar Muerto y por el otro lado, impresionantes montañas ...


Vistas del Mar Muerto


Un alto en el camino

Parábamos muy a menudo, nos encanta el paisaje. Al principio observamos el difícil acceso que hay hasta el Mar Muerto, la zona es como acantilada, pero poco a poco el terreno se va suavizando y vemos a gente bañándose, aunque hay que tener en cuenta, que en esta zona no hay hoteles que te ofrezcan la posibilidad de ducharte y cambiarte de ropa para volver al coche seco y sin restos de sal.


Mar Muerto

A medio camino, encontramos una señalización que indica la Garganta de Wadi Mujib. Por supuesto paramos y nos acercamos a ver si desde este lugar hay acceso, pero si hay acceso no vemos la posibilidad de acercarnos, el río Mujib va seco antes de desembocar en el Mar Muerto.


Final de la Garganta Wadi Mujib

Nos encontramos en la desembocadura de la Reserva Natural de Mujib, es la Reserva a menor altitud del mundo, se encuentra a 410 metros por debajo del nivel del mar.

Se trata de una profunda garganta por la que atraviesa el río Mujib, nace a 900 metros sobre el nivel del mar y recorre 75 km antes de desembocar en la orilla oriental del mar Muerto, y donde se pueden practicar deportes acuáticos como barranquismo o hacer rutas por el cañón.


Garganta Wadi Mujib (imagen obtenida de internet)

Seguimos nuestro camino con dirección al Castillo de Karak pero no dejamos la vista del Mar Muerto. En su último tramo del sur, el acceso al mar es mucho más sencillo y su costa más bonita, pero ni rastro de nadie bañándose.

Costa sur del Mar Muerto

De repente dejamos de ver el Mar Muerto y nos adentramos en un profundo paisaje desértico que nos impresiona.

Paisajes desérticos de Jordania

Asentamientos en el desierto

Después de pasar una mañana subiendo y bajando constantemente del coche para ver los paisajes que nos ofrecía el camino, llegamos a la siguiente visita, el Castillo de Kerak, donde enseñando la Jordan Pass pasamos sin pagar.

Esta fortificación es una de las más importantes y mejor conservadas de la época de las Cruzadas de todo Oriente Medio.

Karak en la antigüedad se denominaba Moab, y la tierra de Moab es la región situada entre Wadi al Hasa en el sur, y Wadi al Mujib en el norte, el Mar Muerto en el oeste y el desierto en el este.

La ciudad de Karak fue una de las principales ciudades en el Reino Moabita. El castillo servía como línea de defensa para proteger las rutas comerciales y establecer control sobre los beduinos de la zona.


Castillo de Kerak

Comenzamos la visita desde el Centro de Visitantes donde podemos ir conociendo la historia del castillo así como ver vitrinas con restos recogidos de la zona y fotografías interesantes.

El Castillo de Kerak está en estado ruinoso, pero la parte superior se encuentra en bastante buen estado pudiendo entrar a ver estancias, pasillos abovedados, arcos, en definitiva, nos ha parecido una visita curiosa.


Accediendo al Castillo de Kerak


Castillo de Kerak


Estancia del Castillo de Kerak

Castillo de Kerak

Pasillos y estancias del Castillo de Kerak

Castillo de Kerak

La visita nos lleva unas dos horas y nada más salir nos dirigimos a uno de los restaurantes de la zona para reponer fuerzas y descansar.

Todavía nos queda bastante camino para llegar a la ciudad de Petra, por lo que no nos entretenemos demasiado y emprendemos de nuevo el camino envueltos en un desierto interminable, que apenas desaparece cuando atravesamos alguna ciudad.

El sol se va poniendo poco a poco y paramos a estirar las piernas y deleitarnos ante la bonita vista que se nos ofrece.

Paisajes de Jordania

Llegamos a nuestro hotel de Petra sobre las 18:00 horas, tiempo suficiente como para descansar y luego poder ir a ver el espectáculo nocturno.

En la recepción del hotel nos ofrecen las entradas si queremos ir, pero preferimos subir a la habitación, descansar un poco y luego ver si tenemos ganas o dejarlo para mañana.

Finalmente la pereza se apoderó de nosotros y decidimos dejar el espectáculo nocturno de Petra y salir a cenar y conocer un poco la ciudad.

Degustamos unos platos típicos de Jordania que nos supieron deliciosos, después de camino al coche compramos unos dulces y nos fuimos a descansar.


DÍA 3: AMMÁN- BETANITA- MAR MUERTO- MONTE NEBO- MADABA

 Después de nuestro desayuno en el hotel de Ammán, nos despedimos de la capital jordana para emprender una jornada dedicada a lugares bíblicos como Betania, lugar donde fue bautizado Jesús y el Monte Nebo, centro de peregrinación para los cristianos.

Nuestra primera parada es Betania, al otro lado del Jordán.

La entrada la tenemos incluida enseñando la Jordan Pass, y mientras esperamos la hora de que comience el tour que nos llevará hasta el lugar donde tuvo lugar el bautismo de Jesús, nos entretenemos visitando la historia que se expone en el Centro de Visitantes.

Cuando nos avisan que ya comienza el tour, nos acercan hasta un destartalado bus que nos hará el recorrido.

En el trayecto se ven a lo lejos varias Iglesias pero el autobús ni siquiera se acerca, sigue su ritmo hasta llegar a una esplanada donde para y nos dicen que la visita sigue a pie.

Iglesias todavia en construcción,  Betania

Entonces es cuando nos invitan a entrar en una tienda de souvenirs en cuyo interior hay una exposición de trajes y objetos muy valiosos, pero a nuestro parecer, totalmente prescindible y muy comercial.

Comenzamos a caminar por un sendero bien marcado donde apenas vemos el río, y donde se puede divisar, el color marrón nos deja un poco decepcionados.

Por fin llegamos al lugar arqueológico donde nos cuentan que se cree fue bautizado Jesucristo por San Juan.

Betania. Lugar bíblico


Nos quedamos decepcionados al contemplar que apenas hay agua en el lugar, y es que lo tienen canalizado y como podéis ver en la foto sólo hay un pequeño charco.

Seguimos el camino y ya sí que podemos ir viendo un pequeño canal por donde transcurren las aguas del Jordán.

Agua del Río Jordán. Betania

Llegamos a la Iglesia de San Juan Bautista donde hacemos otra parada para visitar el interior antes de hacer los pocos metros que desde aquí nos separa del verdadero río Jordán.

Llegando a la Iglesia de San Juan Bautista

El final del camino es sin duda, el río Jordán, que hace frontera con Israel y dónde se puede ver que hay mucha más gente que en la orilla jordana donde nos encontramos nosotros.

En este lugar re realizan bautismos por inmersión.


Río Jordán, lugar bíblico en Jordania


Río Jordán, frente a la orilla de Israel

Este es el único lugar donde la gente puede tocar el agua y muchos aprovechan para hacer un acto simbólico de bautismo.

Emprendemos el regreso hasta el lugar donde tenemos que volver a montar en el bus y que nos lleve de nuevo al Centro de Interpretación donde dará por finalizada la visita.

Regresamos al coche para continuar las visitas programadas para esta jornada y no tardamos en llegar al Mar Muerto.

Nosotros no llevamos ropa de baño porque no teníamos pensado meternos en el agua para flotar. La verdad es que no pensábamos que en esta parte del país hiciera tanto calor a primeros de Enero.

En este viaje, tendremos que conformarnos con tocar el agua salada con la mano y dar un paseo por la orilla del mar.

Mar Muerto. Jordania

El día tiene un poco de bruma, pero nos deja tener unas bonitas vistas del entorno e incluso divisar la otra orilla del mar que ya es tierra Israelí.

Gente disfrutando de un baño en el Mar Muerto

Emprendemos la ruta y nos dirigimos hasta el Monte Nebo. En el trayecto tenemos el primer contacto con el desierto jordano, y nos llama mucho la atención la forma de supervivencia que tiene esta gente.


Poblado del desierto

Dromedarios en el desierto

Rebaño de ovejas pastoreando

El Monte Nebo es otro lugar bíblico y lugar de peregrinación para los cristianos.

Según cuenta la Biblia, Moisés prometió liberar al pueblo israelí de la esclavitud de Egipto y guiarle  hasta  la Tierra Prometida.

La travesía es larga y el pueblo fue perdiendo la fe, siendo castigados por Dios a vagar por el desierto durante cuarenta años con el fin de no pisar nunca la Tierra Prometida.

Dios libró del castigo a Moisés y pudo llegar hasta este Monte Nebo desde donde pudo contemplar la esperada Tierra Prometida, pero nunca llegó a pisarla.

Monte Nebo

Esta visita no está incluida en la Jordan Pass, por lo que pasamos por taquilla y pagamos 3 JD por cada ticket.

Monte Nebo

Dentro del recinto, el bonito mirador que tenemos sobre la Tierra Prometida nos deja maravillados, imaginamos lo que pudo sentir Moisés al llegar a este lugar.

Vistas desde el Monte Nebo

El Memorial a Moisés es una piedra donde se encuentra escrito que éste lugar es santo para el cristianismo, ya que así lo decidió el Papa Juan Pablo II en su visita al Monte Nebo.

Memorial a Moisés

La Cruz con la serpiente enroscada custodiando la Tierra Santa es un gran monumento realizado en bronce y colocado estratégicamente sobre el balcón del Monte Nebo.

Se hizo en recuerdo a la serpiente sanadora de Moisés, cuando Dios mandó serpientes al desierto como castigo por la rebelión del pueblo israelí durante la travesía hasta la Tierra Prometida.

Dios le dio a Moisés una serpiente de bronce sobre un asta y todo aquel que se arrepentía y miraba la serpiente de bronce se sanaba de las picaduras y era salvado.


La Cruz y la serpiente. Monte Nebo

En unas excavaciones en el Monte Nebo salieron a la luz restos de una antigua iglesia bizantina. En ese lugar se ha construido una moderna Basílica, pero en su interior se pueden ver los mosaicos del siglo IV.


Basílica de Moisés. Monte Nebo


Altar Mayor de la Basílica


Mosaicos de la Basílica de Moisés

Interior de la Basílica del Monte Nebo

Bordeando la Basílica encontramos un olivo que según el cartel informativo el Papa Juan Pablo II lo plantó en su Peregrinación Jubilar a Tierra Santa. Lo plantó como símbolo de paz en honor a las personas que habitan estas tierras.

Olivo plantado por el Papa Juan Pablo II en Marzo del año 2000

Para finalizar la visita entramos en una especie de museo donde se exponen restos encontrados en las excavaciones y se cuenta la historia del Monte Nebo en el tiempo.

Así podemos leer que este lugar estuvo habitado en la antigüedad, pero la fama le vino de la Biblia, cuando se narra la muerte del profecta Moisés, quien escaló esta montaña sagrada al final de su vida para ver la Tierra Prometida.

Moisés fue enterrado en un valle frente a Bet-Peor, pero nunca se encontró la sepultura.

Termina la visita al Monte Nebo y ponemos rumbo hasta la ciudad de Madaba, la ciudad de los mosaicos situada a unos 7 km.

Se nos ha pasado la hora de comer, pero lo primero que hacemos es ir hasta la Iglesia de San Jorge por si nos cierran.

Sacamos el ticket 1 JD por persona (entrada no incluida en la Jordan Pass) y nos adentramos en la iglesia. Es una iglesia Ortodoxa reconocida por albergar en su interior un mosaico de un mapa de la antigua Jerusalén y toda la Tierra Santa. 

Se trata del plano cartográfico más antiguo encontrado de Tierra Santa. Realmente es espectacular aunque de los 14 metros que se cree que pudo tener, debido a antiguas construcciones sobre él, se ha dañado de forma considerable.


Restos del mosaico de la Iglesia de San Jorge (izda).  Madaba

Mosaico de Madaba (dcha)

Os dejamos una foto con la reproducción de lo que sería el mosaico completo.


Reproducción del mosaico de Madaba

Después de la visita, aprovechamos una pizzería que había justo en frente y paramos a comer, ya son más de las 16:00 horas y no creo que encontráramos nada mejor.

El resto de la tarde lo dedicamos a ir visitando los atractivos turísticos de la ciudad, así, llegamos hasta la Iglesia de los Mártires.


Mosaico de las ruinas de la Iglesia de los Mártires

El gran mosaico representa escenas de caza y aunque está deteriorado, es impresionante verlo.


Atrio de la Iglesia de los Mártires

Recorriendo Madaba nos encontramos con la iglesia católica de San Juan Bautista. No pudimos acceder a su interior porque se celebraban actos religiosos en ese momento.


Iglesia de San Juan Bautista

Para finalizar la visita cultural de Madaba, nos dirigimos hasta el Museo Arqueológico. Accedemos gratis enseñando la Jordan Pass y como no había nadie más que nosotros, el mismo señor que está en la taquilla se prestó voluntario ha hacernos una bonita visita.
Nos ha gustado mucho la visita de las salas que guardan verdaderas joyas de mosaicos muy bien conservados.


Mosaico Museo Arqueológico Madaba


Mosaico del Museo Arqueológico


Sala del Museo Arqueológico Madaba


Museo Arqueológico de Madaba


Mosaico exterior del Museo Arqueológico Madaba

Después de la visita a Madaba, ya no ponemos en duda que a ésta ciudad se la conozca como "la ciudad de los mosaicos".

Sobre las 18:00 horas nos vamos hasta el hotel para hacer el checking y descansar un poco andes de volver a las calles para ver la iluminación y cenar.
Un día muy completo que nos hace terminar rendidos y bastante temprano en la cama.





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