Hoy nos hemos despertado con la sensación de haber dormido muchas horas, realmente hemos dormido mucho y hemos descansado muy bien.
Por la noche ha llovido, pero ahora son las 7:30 horas y el cielo aunque no está despejado, aguanta y vamos a rezar para que no llueva más y nos deje disfrutar de los paisajes que nos esperan ...
Desayunamos en la recepción del camping, compramos un café y un bollo, dejamos las llaves y nos montamos en el coche para aprovechar bien el día.
Nuestro primer destino es la localidad de:
EIDFJORD, ubicada al final del fiordo del mismo nombre.
Para llegar hasta Eidfjord cruzamos el Puente de Hardanger, una gran obra de ingeniería que empalma con la entrada de un túnel, y no hemos visto todo, en éste túnel encontraremos una rotonda muy bien iluminada y decorada. Particularidades noruegas !!!
Finalmente llegamos a Eindfjord, donde encontramos el primer crucero del viaje. El entorno es realmente maravilloso: el fiordo, las montañas, el aire tan limpio ... nos hubiéramos quedado allí a vivir.
Crucero fondeado en Eidfjord
Disfrutando de los paisajes de Eidfjord
Eidfjord, " pescador pescado ..."
Aprovechamos para repostar gasolina y entrar en un supermercado a comprar comida recurrente para en cualquier momento echar mano, ya que muchas de las visitas que hacemos se encuentran en plena naturaleza y no hay restaurantes, y los que encontramos tienen unos precios que madre mía !!!
Regresamos al coche y conducimos por la carretera 7 por el Valle de Mabodalen hasta llegar a:
VORINGSFOSSEN, otra de las grandes cascadas que no hay que perderse en Noruega.
Dejamos el coche en el parking y nos ataviamos con el chubasquero, que ya sabemos que las cascadas en este país te dejan calado, y si no moja y hay que quitarle pues mucho mejor.
Caminamos por una pasarela que poco a poco te acerca a divisar la gran cascada a la que se unen otras cascadas más pequeñas y que juntas hacen un ruido atronador.
Voringsfossen
Realmente el entorno es maravilloso, caídas de agua por todas partes. Y siguiendo la pasarela, llegamos a una escalera que asciende hasta un hotel desde donde las vistas son inmejorables.
Vista de la Voringsfossen
Subimos y bajamos todas las escaleras para ver la cascada desde todos los ángulos posibles y os aseguramos que no defrauda desde ningún sitio, es realmente espectacular.
Disfrutando de los paisajes de la cascada
Regresamos al coche para poner rumbo a FLAM, os recordamos que ayer compramos los tickets para disfrutar del tren turístico.
Durante el trayecto no dejamos de parar, cada dos por tres encontrábamos otra cascada, otro lago, otro pueblo y no nos resistimos a inmortalizar cada imagen.
Paisajes de Skulestadmo
Tivindefossen vista desde la carretera
Cascadas en Gudvangen
Finalmente llegamos a la localidad de FLAM, abarrotada de turistas esperando su crucero o la salida de su tren Flamsbana.
Vista de Flam desde la carretera
Mientras se hace la hora del Flamsbana entramos en un restaurante a comer una pizza y seguimos haciendo fotos a todo lo que vemos en el puerto.
Disfrutando con los Trolls en la Estación de Flam
Cuando llega la hora de ir al Flamsbana, nos van ubicando en una larga fila donde se diferencian a la gente de los grupos organizados y a los que vamos por libre, pero en ambos casos, entramos muy rápidos y enseguida el tren se pone en marcha.
Esperando la cola para montar en el tren
Alfonso subiendo al Flamsbana
Esta excursión ha sido desde el primer día que decidimos venir a Noruega, una de las preferidas, lo esperábamos con muchas ganas. Después de la experiencia, desde nuestra opinión, el precio del billete es excesivo y se usa compartido como tren turístico y tren de transporte para las personas locales.
No queremos que nos malinterpretéis, la experiencia nos ha gustado, pero es seguir viendo lo mismo que estábamos viendo hasta ahora, paisajes y cascadas, pero ahora pagando.
Nosotros cogimos el ticket de ida y vuelta (salida desde Flam hasta la localidad de Myrdal y vuelta).
Es un recorrido que también usan los locales para llegar a sus casas, por eso tiene varias paradas intermedias.
Interior del Flamsbana
Son aproximadamente 20 km entre ambas localidades donde se puede ir viendo pueblecitos, montañas, cascadas y lo que menos nos gustó, muchos túneles que impiden la vista.
Disfrutando de las vistas desde el tren de Flam
cascada y Paisaje desde el tren de Flam
Cascada y valle desde el Flamsbana
Hay que reconocer que este tren es una gran obra de ingeniería, ya que supera una gran altura en tan poco recorrido.
La sorpresa del Flamsbana aparece muy próximo a la llegada de Myrdal, donde una impresionante cascada (Kjosfossen) nos deja boquiabiertos a todos los turistas. Aquí el tren se detiene y podemos bajar cinco minutos para hacer fotografías.
Kjosfossen. Tren de Flam
Finalmente llegamos a la localidad de Myrdal y casi todos los turistas se bajan, apenas nos quedamos unos pocos que hemos comprado el ticket de vuelta, pero a la vez comienzan a entrar otros muchos que han comprado el trayecto desde Myrdal hasta Flam.
Llegada a la estación en la localidad de Myrdal
Gente subiendo y bajando del tren de Flam
El viaje de regreso nos lo tomamos con más calma, disfrutando más del paisaje sabiendo ya lo que va a llegar en cada momento.
Al llegar a Flam nos tomamos un café, aprovechamos para ir al baño y no tardamos mucho en ponernos de nuevo en carretera.
Paramos a fotografiar las bonitas vistas que nos ofrece el LAGO OPPHEIMSVATNET, y seguimos
hasta la localidad de:
Lago Oppheimsvatnet
VOSSAVANGEN, una localidad ubicada en la costa noreste del Lago Vangsvatnet, y donde un sendero hace que puedas ir caminando por su orilla y disfrutar de sus vistas o de otros atractivos como saunas con grandes ventanales al lago.
Vistas de Voss y del Lago Vangsvatnet
Caminando por el pueblo visitamos la Iglesia Vikinga Vangskyrkja, ubicada en el centro histórico de la localidad.
Vangskyrkja (Voss)
Si vienes con más tiempo del que disponíamos nosotros, Voss tiene un teleférico que sale desde la estación de tren y une el pueblo con la montaña Hangur.
Teleférico de Voss
Edificio de Banco Comercial en Voss
Después de dar un buen paseo por la localidad y notando que comienza a llover, decidimos regresar al coche y poner rumbo hasta el hotel que tenemos reservado en las cercanías de Bergen.
Son muchos kilómetros pero no llevamos prisa, comienza a anochecer y nos lo tomamos con calma.
Hacemos una breve parada para hacer una cena campera junto a un lago con lo que habíamos comprado por la mañana.
Paisaje de Noruega, disfrutando de la cena
Finalmente llegamos al hotel y hacemos el check-in.
Después de ducharnos y descansar unos minutos no tardamos en apagar la luz y echarnos a dormir.
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