DÍA 2: LA SPEZIA- CORNIGLIA- RIOMAGGIORE- MANAROLA- MONTEROSSO- PORTOVENERE- LA SPEZIA

 Comienza nuestro segundo día de vacaciones a las 7:30 horas cuando suena el despertador. Toca asearse y bajar a desayunar a una cafetería donde tenemos que entregar una ficha que nos ha dado el hotel y con eso ya tenemos el desayuno pagado.

Con el estómago lleno, regresamos al hotel para terminar de prepararnos y salir caminando los pocos metros que nos separan de la estación de tren.

Subimos al primer tren que parte con destino a Corniglia, nuestro primer pueblo a visitar hoy. El trayecto es tan corto que apenas nos damos ni cuenta y ya tenemos que bajarnos del tren.

Para los que tenemos pagado el bono para visitar Cinque Terre, tenemos gratuito un bus que nos acerca hasta Corniglia, ya que la estación está bastante alejada del pueblo. Otra opción es pagar el bus allí o subir caminando por el sendero y escalones que se ve bien indicado.

El bus sale al lado de la estación de tren y nos deja justo a la entrada del pueblo. Nada más bajar del bus comenzamos a callejear y encontramos pequeñas tiendas de souvenirs bien adornadas para llamar la atención de los turistas.


Calle de Corniglia

El pueblo se encuentra en un promontorio rocoso con preciosas vistas al mar. Ese es nuestro primer objetivo, llegar hasta alguno de los miradores que hay para ver el mar y obtener vistas a los otros pueblos de Cinque Terre.


Acceso a uno de los miradores de Corniglia


Vista de la costa desde Corniglia

Seguimos conociendo el pueblo caminando por sus estrechas calles hasta llegar a la Iglesia Parroquial de San Pietro, situada en la parte alta de Cornigia. La iglesia es de estilo gótico-ligure y está construida sobre las ruinas de una capilla del siglo XI.


Iglesia de San Pietro

En la fachada resalta el bonito rosetón de mármol blanco, y en su interior resaltar la pila bautismal del siglo XII y el retablo del altar.


Interior de la iglesia de San Pietro

Además, no hay que perderse otras visitas como El Oratorio de los Disciplinados de Santa Caterina, El Santuario de Nuestra Señora de las Gracias o las bonitas vistas que se obtienen desde la Plaza de Largo Taragio.

Tardamos casi dos horas en callejear el pueblo y sin duda nos queda un precioso recuerdo de Corniglia.


Calle de Corniglia


Vistas de Corniglia

Nos dirigimos a la parada del autobús para abandonar Coniglia y ponemos rumbo hasta la estación de tren.

Montamos en el tren para poner rumbo a Manarola, pero no sabemos por qué, el tren no paró y llegamos a Riomaggiore directamente. 

En la parada de Riomaggiore nos hemos apeado mucha gente, nosotras esperamos unos minutos a que se despeje la zona y enseguida nos ponemos a caminar.

Riomaggiore es el pueblo más oriental de las Cinque Terre y tiene una ubicación privilegiada. 

Riomaggiore

Para comenzar la visita a Riomaggiore nos dirigimos a la zona del puerto a través de una calle repleta de gente.

Las vistas desde el puerto son las más representativas de Riomaggiore, pero hay tanta gente que apenas podemos acercarnos a algún sitio sin tener que pedir perdón para que se retiren.


Disfrutando de las vistas de Riomaggiore

Pasamos en la zona un buen rato, pero es el momento de seguir conociendo el pueblo donde es aconsejable visitar el Castellazzo di Cerricò (Castillo de Riomaggiore) ubicado en la colina homónima.


Castellazzo di Cerricò

Otras visitas aconsejables son la Iglesia de San Juan Bautista, la Iglesia de la Hermandad de la Asunción y el Santuario de Nuestra Señora de Montenegro.

Calle de Riomaggiore

Antes de abandonar el pueblo nos sentamos en una terraza a tomar una cerveza con una fritura de pescado que recomendamos probar a todo el que venga a este pueblo de visita.

Después del breve descanso nos vamos hasta la estación de tren para poner rumbo hasta Maranola, el último pueblo que nos queda por conocer.

Nada más bajar del tren nos encontramos con una calle repleta de restaurantes y abarrotada de gente.


Calle de Manarola

La calle nos lleva hasta el mar, desde donde se obtienen vistas a una suave colina donde hay restaurantes igual de llenos que en la zona del pueblo donde nos encontramos, nos imaginamos que va a ser difícil poder comer tranquilas aquí, pero por la hora que es, no nos queda más remedio que ir mirando alguna terraza donde sentarnos y esperar el turno.


Manarola

Una visita que recomendamos hacer en Manarola es la Iglesia de la Natividad de María la Virgen (conocida como la Iglesia de San Lorenzo, patrón del pueblo).


Vista de Manarola

Como hemos dicho, aprovechamos a comer en Manarola y sin perder mucho tiempo nos levantamos para aprovechar la tarde y hacer el barco turístico que nos llevará desde Monterosso hasta Portovenere.

Nos vamos en tren hasta Monterosso y a pie de playa nos encontramos con la taquilla para sacar el ticket del barco. Nos toca esperar un rato hasta que se llega la hora de partir y nos situamos en la parte de arriba, al descubierto para ir sacando fotografías de los pueblos de Cinque Terre desde otra perspectiva totalmente diferente a la que hemos visto.


Vista de Monterosso desde el barco

El barco se aleja de la costa de Monterosso y poco a poco nos acerca al siguiente pueblo, Vernazza, que ya podemos ver desde lejos.


Vista de Vernazza desde el barco

Según vamos navegando el sol va perdiendo fuerza y comenzamos a abrigarnos porque la marea se hace notar.


Vista de Corniglia desde el barco

El trayecto desde Monterosso hasta Portovenere tiene una duración de algo más de una hora y en muchos tramos se puede ver con claridad el llamado Camino del Amor o Via dell'Amore.


Via dell'Amore vista desde el mar


Vista de Manarola desde el barco


Vista de Riomaggiore desde el barco

Finalmente llegamos a Portovenere y la luz del día comienza a deleitarnos con unos colores que ni podíamos imaginarnos.


Llegada a Portovenere

Desembarcamos y nos dirigimos a visitar este precioso y pintoresco pueblo.

Portovenere es un pueblo medieval situado al final del golfo de La Spezia y donde comienza el golfo de Génova.

Entramos por el arco que da acceso al pueblo y vamos caminando en sentido ascendente por una calle empedrada donde hay atractivas tiendas de souvenir a ambos lados.


Accediendo a Portovenere


Paseando por Portovenere


Rincones de Portovenere al atardecer

Terminada la calle llegamos a una plaza desde donde se obtienen preciosas vistas de la iglesia de San Pedro, el Castillo y la Gruta Byron.


Portovenere

Sin dudar, este es un lugar precioso para ver con los últimos rayos de sol, los colores son fantásticos ...


Disfrutando de una preciosa puesta de sol


Iglesia de San Pedro. Portovenere

En pocos minutos nos quedamos sin luz y emprendemos el regreso por la calle comercial casi en solitario.


Calle de Portovenere


Despidiéndonos de Portovenere

Es hora de ir a buscar una parada de autobús para emprender el regreso a La Spezia, hoy ha sido un día muy completo y ya tenemos ganas de llegar al hotel.

Nos cuesta un poco encontrar la parada de bus, un conductor de autobús nos indica dónde poder comprar el ticket y esperar al siguiente que pase.

El viaje hasta La Spezia se nos hace un poco largo, pensábamos que estaba bastante más cerca, pero el problema ha sido no saber en qué parada apearnos, vamos que nos hemos hecho un tour por toda la ciudad hasta que hemos preguntado al conductor donde podemos bajar lo más cerca posible de la estación de tren.
Por suerte estábamos a poca distancia de una de las calles que visitamos la primera noche que llegamos y enseguida comenzamos a recordar el camino hasta las calles céntricas.

Aprovechamos un restaurante para cenar y descansar un poco, y tenemos que decir que nos hemos puesto "las botas" con la degustación.


Cenando en La Spezia

Terminamos bastante cansadas y poco a poco regresamos al hotel para descansar.














DÍA 1: MADRID -PISA- LA SPEZIA- MONTEROSSO- VERNAZZA- LA SPEZIA

 El despertador suena con dulce melodía anunciando que hoy comienza un nuevo viaje entre amigas para disfrutar de una parte de Italia completamente desconocida para mí (no para Alfonso, que por motivos de trabajo ha viajado varias veces a estos pueblos y por eso en esta ocasión no nos acompaña).

Son las 5:00 horas y hay que prepararse rápido porque hemos quedado en salir de Ávila con destino al aeropuerto de Madrid a las 5:35 horas.

Enseguida estábamos reunidas y montadas en el taxi que nos lleva y aunque el sueño está presente en todas, intentamos dar conversación al taxista. El viaje se nos hizo corto, enseguida estábamos parando frente a las puertas de la T1 de Barajas.

Seguimos la rutina de todo pasajero al llegar al aeropuerto, buscamos el control por el que entrar y después de pasarlo y antes de ir a buscar la puerta de embarque nos paramos a desayunar y así despejarnos un poco de la pereza.

Con el estómago lleno ya se ven las cosas de otra manera y es entonces cuando nos vamos a la puerta de embarque donde esperamos pacientemente para entrar al avión.

El vuelo sale puntual a las 9:05 y no tardamos mucho en quedarnos dormidas hasta prácticamente el anuncio de que ya se estaba preparando la cabina para el aterrizaje.

El aeropuerto de Pisa es pequeño, salimos a la calle y caminamos los pocos metros que separan la terminal del aeropuerto de la estación de tren.

Sacamos los tickets hasta la estación central de Pisa y esperamos a que llegue el tren. El trámite es muy sencillo y muy rápido, sin apenas enterarnos estamos ya en la estación central de Pisa comprando de nuevo los tickets para ir hasta La Spezia, ciudad donde tenemos el alojamiento.

El tren tardará en salir unos 25 minutos, por lo que volvemos a tomar un café para despejarnos y hacer tiempo.

Una vez sentadas en el tren, todo son risas, bromas, ya se sabe, el buen rollo de estar de vacaciones ...

El trayecto se nos hace un poco largo, debe ser el cansancio del viaje, ya llevamos muchas horas en pie desde que salimos de casa.

Por fin llegamos a nuestro destino, La Spezia. Sólo tenemos que salir de la estación y caminar apenas 5 metros hasta nuestro hotel, todo un acierto haberlo cogido tan cerca para podernos mover así de rápido.

Hacemos el checkin y después de pasar unos minutos en la habitación, no tardamos en estar en la recepción deseando salir a conocer alguno de los pueblos de Cinque Terre.


Nuestra habitación en La Spezia

Regresamos a la estación para pedir información sobre el bono del tren para viajar durante dos días por los pueblos de Cinque Terre. En el hotel ya nos habían orientado sobre los precios y estábamos dispuestas a comprarlo para no perder tiempo sacando tickets cada vez que queremos ir de un pueblo a otro.
Pagamos 29,00 euros por cada bono y nos vamos al andén indicado para ir a visitar Monterosso.
La elección de comenzar por Monterosso ha sido por ir al más lejano ya que hemos visto que el tiempo se puede estropear mañana y no queremos verlo con mal tiempo (cosa que luego no ocurrió pero por si acaso).
El trayecto no supera los diez minutos y cual fue nuestra sorpresa que al salir de la estación nos recibe Monterosso con una preciosa estampa de la playa y un sol radiante !!! creo que fue la imagen que más voy a recordar de este precioso viaje.


Playa de Monterosso

Nosotras somos de Ávila y Segovia y esta mañana antes de salir el termómetro marcaba 1º C, y al llegar aquí la gente se está bañando, esto si que no podíamos ni imaginarlo.
No tardamos en quitarnos el jersey, el calor es sofocante y queremos sentarnos en una terraza a tomar algo antes de comenzar la visita.


Disfrutando del buen tiempo de Monterosso


Monterosso

Caminamos por el paseo marítimo y ya vemos la Torre Aurora, situada en el cerro de San Cristobal. La torre divide la antigua villa medieval , extendiéndose a lo largo de las orillas del río Branco. Llegamos al pueblo donde encontramos las calles llenas de turistas en todas direcciones.


Vista de la Torre Aurora al fondo

Las callejuelas están llenas de tiendecitas de souvenirs y se hace muy entretenida la visita.

La Iglesia de San Giovanni Battista es de estilo gótico ligure. La fachada alterna mármol blanco y serpentina verde, flanqueada por dos pares de columnas de mármol y un rosetón central perforado en mármol blanco.


Iglesia de San Giovanni Battista


Interior de la Iglesia de San Giovanni Battista

Detrás de la iglesia de San Giovanni Battista se encuentra el Oratorio de la Hermandad de los Negros, donde se conserva una estatua de San Antonio Abate, procedente del convento dedicado a este Santo.


Calle de Monterosso

De regreso a la zona de la playa, decidimos subir al cerro de San Cristóbal, que divide la parte vieja de la nueva. Las vistas desde este cerro son espectaculares...


Acantilados de Monterosso


Vista del embarcadero de Monterosso

Subiendo los escalones del cerro hay un indicador que lleva hasta el Convento de los Capuchinos y la Iglesia de San Francisco.


San Francisco frente a la Torre Aurora

El calor aprieta y decidimos emprender el regreso hasta la playa donde nos esperan algunas compañeras del grupo que han decidido sentarse en la playa para descansar y tomar un poco el sol.


Vista de la playa de Monterosso

Encantadas por la visita de Monterosso nos vamos hasta la estación para subir al siguiente tren que pasara con destino  Vernazza.

Este pueblo, noble y elegante, se extiende a lo largo del arroyo Vernazzola, ahora cubierto, refugiándose en las laderas de un afloramiento rocoso.
Sus calles son empinadas y estrechas y el recorrido nos lleva a una pequeña plaza situada frente al puerto.


Vista de Vernazza al salir de la estación


Calle de Vernazza


Vista desde el puerto de Vernazza

La Iglesia de Santa Margarita de Antioquía es de estilo gótico-ligure y se asienta sobre una montaña con vistas al mar, protegida por rocas. Es una de las estampas más fotografiada por los turistas.


Posando en Vernazza

La gente se sienta a disfrutar de los últimos rayos de sol, pero nosotras nos apresuramos a pasear por sus calles para conocer cada rincón antes de que se vaya la luz.

Callejeando es donde veo y advierto que hospedarse en el pueblo hace a los turistas subir con sus equipajes muchos escalones hasta llegar a sus aposentos, y no quiero ni pensar lo incómodo que puede suponer si llevas maletas grandes ...

Subiendo y subiendo escaleras llego a la taquilla del Castillo de los Doria de Vernazza (2,00 euros la entrada). El Castillo es un imponente bastión ubicado en lo más alto de una cresta rocosa donde se levanta la torre Belforte. 


Torre Belforte en el Castillo de los Doria 

En el lado opuesto al castillo hay una fortificación, El Torreón de los Vernazza, que se levanta en el interior del jardín de los Padres Menores Reformados de San Francisco.

Para finalizar la visita no hay que perderse el Santuario de Nuestra Señora de Reggio, construido sobre una cripta existente asociada a un cementerio.


Vistas de la Iglesia de Santa Margarita de Antioquía desde el Castillo de los Doria


Vistas de Vernazza

Comienza el descenso por los escalones hasta llegar a la calle principal donde las tiendecitas de recuerdos siguen abiertas y los restaurantes comienzan a servir las cenas.

Es hora de ir al tren y regresar a La Spezia para buscar un restaurante donde cenar y meternos en la cama pronto para descansar.








MILÁN Y BÉRGAMO. DEL 1 AL 4 DE OCTUBRE DE 2021

 Por fin se reanudan las escapadas de amigas después de más de un año de no poder apenas salir de España por causas del Coronavirus.

En este caso nos desplazamos a dos bonitas ciudades italianas que hace muchos años pudimos visitar pero que apenas recordamos.

Para este viaje tenemos un vuelo de ida y vuelta con la compañía EasyJet que despega del aeropuerto de Madrid a las 20:50 horas del viernes día 1 de Octubre y regresa de Milán Malpensa el día 4 a las 9:45 horas.

Antes del vuelo hay que informarse bien de la burocracia que exige Italia en estos tiempos de pandemia (Certificado de vacunación COVID y Pasaporte digital EU de Localización ) y llevar toda la documentación que nos pueden pedir en el aeropuerto.

Para la escapada hemos elegido un hotel céntrico muy cerca de la estación de metro Moscova por si tenemos que movernos en transporte público, pero donde las distancias a los monumentos turísticos nos pillan lo suficientemente cerca como para ir caminando a todas partes.

Para ir hasta la ciudad de Bérgamo cogeremos un tren que sale de la Estación Central, hay muchos a lo largo del día, por lo que no es difícil llegar y comprar el ticket para el que sale de inmediato.

En Bérgamo estaremos descubriendo los encantos de la ciudad alta y después de comer volveremos al tren para regresar a Milán y ver la iluminación de la ciudad, cosa que siempre nos gusta hacer.

Si os apetece, podéis seguir leyendo y acompañarnos en la aventura:


DÍA 1:  MADRID- MILÁN

DÍA 2:  MILÁN

DÍA 3:  MILÁN- BÉRGAMO

DÍA 4:  MILÁN- MADRID

DÍA 4: MILÁN- MADRID

 Por ser el último día de vacaciones el despertador suena a las 5:15 horas.

Toca asearse rápido y terminar de cerrar la maleta antes de ponernos en camino hasta el aeropuerto.

Salimos del hotel y nos vamos al metro para desplazarnos hasta la Estación Central donde cogeremos un tren dirección al aeropuerto.

En la Estación tomamos un café con un bollo y luego vamos a los paneles informativos para ver con gran sorpresa que el tren que tenemos reservado ha sido cancelado. Nos toca ir a las taquillas de información para que nos devuelvan el dinero ya que no podemos esperarnos al siguiente tren.

Nos dicen desde la entrada de la estación hay autobuses que salen dirección al aeropuerto, por lo que nos vamos corriendo para ver si llegamos a tiempo de montar en el que tiene salida inmediata.

Después del sofocón, llegamos a tiempo para coger el bus y una vez dentro nos relajamos ya que el día ha comenzado con sobresaltos.

Llegamos con mucho tiempo al aeropuerto y una vez situadas en la puerta de embarque el tiempo lo pasamos mirando las tiendas por si algo se antoja a última hora.

El vuelo de EasyJet sale puntual a las 9:45 y el trayecto lo hacemos prácticamente dormidas poniendo así fin a la escapada y despidiéndonos hasta pronto, ya que nos volveremos a ver en 15 días en el aeropuerto para hacer otra escapada que en este caso nos llevará de nuevo a Italia para visitar Cinqueterre.

DÍA 3: MILÁN- BÉRGAMO- MILÁN

 Bien temprano vuelve a sonar el despertador, nos cuesta un poco desperezarnos, pero no queda más remedio que empezar con energía el día, la sorpresa la tenemos cuando miramos por la ventana y vemos que el tiempo ha cambiado, hoy está lloviendo.

Bajamos a desayunar y casi una hora después estamos todas en recepción dispuestas a pasar un gran día visitando Bérgamo.

Salimos a la calle y parece que ahora no llueve, sólo tenemos que caminar hasta la boca de metro que tenemos a pocos metros del hotel. Buscamos la línea que llega hasta la Estación Central y nos salimos del metro ahí para comprar los billetes de tren que nos llevará a Bérgamo.

Estación Central de Milán

El tren nos ha costado 5.60 euros y en algo más de cinco minutos estamos ya en marcha camino de nuestro destino. A medida que el tren avanza la lluvia se hace cada vez más persistente, por lo que tenemos claro que hoy tenemos que sacar el paraguas si no queremos calarnos.

El tren llega a Bérgamo y casi ni nos hemos enterado. Salimos de la Estación y nos ponemos a caminar por la calle que tenemos de frente, la Vía Papa Giovanni XXIII. 


Vista de la parte alta de Bérgamo al fondo

En unos 15 minutos llegamos a la taquilla donde se saca el ticket para el funicular que nos lleva a la parte alta de la ciudad. 

Esperando al funicular

Ticket en mano nos toca esperar unos minutos para poder entrar en una de las dos cabinas que tiene el funicular y en un pispas estamos en la parte alta dispuestas a conocer los encantos de esta pequeña ciudad.

Nada más bajar del funicular vemos un ambiente muy agradable, mucha gente tomando algo o comiendo en las terrazas, pero por poner un pero, la lluvia sigue estropeando el día.

En breve llegamos al corazón de la Città Alta, la Piazza Vecchia, que sin duda es la plaza más bonita que ver en Bérgamo. Es una plaza medieval, rodeada de edificios históricos como el Palazzo della Regione, el Palazzo del Podestà, la Torre Cívica (Torre Campanone) y el Palazzo Nuovo. En el centro se encuentra la Fontana Contarini, adornada con esculturas de leones y dos esfinges.


Palazzo Nuovo y Fontana Contarini


Torre Cívica y Palazzo del Podestà

Palazzo della Regione

El Palazzo Nuovo es un bello edificio revestido de mármol blanco que acoge la Biblioteca Cívica Angelo Mai.

En la parte opuesta, justo al fondo de la plaza se encuentra el Palazzo della Regione, que se levantó como Palacio Comunal, centro político de la ciudad.

La escalinata adosada al Palazzo della Regione nos hace mirar a la Campanene, que es la torre del Ayuntamiento. 

A los pies de la torre, el Palazzo del Podestà que acoge el Museo histórico del Cinquecento.

Comienza a llover más y apenas quedan turistas en la plaza, nosotras también nos apresuramos a ponernos en cubierta para no mojarnos, una pena porque el entorno es precioso y no podemos disfrutarlo como nos hubiera gustado.

El  porticado situada bajo el Palazzo della Regione separa la bonita Piazza Vecchia (poder civil) de la Piazza del Duomo (poder episcopal), donde encontramos el Bapisterio, la Basílica, la Capilla y la Catedral de Bérgamo.

La Capilla Colleoni fue mandada construir por Bartolomeo Colleoni para que sirviera como mausoleo para él y su hija. Está dedicada a los Santos Bartolomé, Marcos y Juan el Bautista.

La fachada está realizada en mármol policromado con colores blanco, rojo y negro. No pudimos entrar a ver el interior porque se encontraba cerrado.

Fachada de la Capilla Colleoni

La Capilla Colleoni está situada al lado de la Basílica de Santa María Maggiore. Su interior es grandioso con decoración barroca, recomiendo que nadie se lo pierda.

Capilla Colleoni y Basílica de Santa María Maggiore


Interior de la Basílica de Santa María Maggiore

Mucho menos llamativa, pero no menos importante, nos encontramos con la Catedral de Bérgamo, dedicada al patrón de la ciudad, Sant' Alessandro.

Su fachada es neoclásica de mármol blanco, y en su interior hay un valioso conjunto pictórico, varias capillas y la tiara del Papa Juan XXIII.

Catedral de Bérgamo

Justo de frente a la catedral, nos encontramos con el Baptisterio, el edificio que cierra la bonita plaza.

Estaba cerrado, no hemos tenido la suerte de presenciar un bautizo que se estaba celebrando en su interior ...

 Baptisterio

Antes de abandonar la plaza no nos resistimos a sacar más fotos, nos parece un sitio precioso ...

Capilla Colleoni y Basílica de Santa María Maggiore

Es el momento de hacer una parada para tomar algo en un bar y hacer tiempo a ver si deja de llover, pero nada, después de parar unos cuarenta minutos decidimos volver a las calles para pasear sin rumbo, aunque el objetivo es llegar hasta alguna de las puertas de la ciudad.

Optamos por llegar hasta la cercana Puerta San Giacomo, desde donde se obtienen bonitas vista de la ciudad baja.


Puerta San Giacomo

Después de disfrutar de las vistas regresamos a la ciudad para buscar donde comer, pasamos por la Piazza Mercato delle Scarpe, pero la terraza bajo-cubierta de soportales  estaba completa.


Piazza Mercato delle Scarpe


Piazza Mercato delle Scarpe

Caminar por Vía Gombito, en pleno casco antiguo de la ciudad, es como pasear por la Edad Media, hay todo tipo de tiendas, restaurantes ...


Rincones de Bérgamo. Fontana del Gombito

Volvemos a pasar por la Piazza Vecchia y seguimos caminando por la Vía Bartolomeo Colleoni hasta llegar a la Cittadella. En el camino vamos viendo muchas tiendas de souvenirs y bares que estaban a tope de clientes, por lo que todavía no es nuestro turno para comer ...


Piazza Vecchia


Rincones de Bérgamo

Finalmente llegamos a la  la Torre della Campanella situada en la Piazza Lorenzo Mascheroni.


Torre della Campanella

Cruzamos el arco y nos encontramos en la Cittadella. Una Ciudadela fortificada para defenderse de los ataques enemigos.

Debajo de las bóvedas y los pilares cilíndricos de época romana, encontramos mercadillos artesanales donde pasamos un buen rato entretenidas.


Plaza Cittadella


Mercadillos en Plaza Cittadella

En la Plaza Cittadella encontramos dos grandes e importantes museos: el Museo Cívico Arqueológico y el Museo Cívico de Ciencias Naturales.

Regresamos a las calles bulliciosas de la ciudad buscando un restaurante donde comer y viendo que sigue todo lleno de gente, decidimos bajar en el funicular a la parte baja de Bérgamo para comer y poco a poco regresar a la estación de tren.
Con el ticket de ida y vuelta en el funicular tenemos pagado el bus de la ciudad baja, por lo que aprovechamos la parada que hay justo donde el funicular y nos vamos hasta la estación.
Allí sólo vimos abierto un burguer y no dudamos en entrar a comer.

A las 16:00 horas cogemos el tren de regreso a Milán y después de casi una hora estamos bajándonos en la Estación Central. Buscamos el metro y ahí tuvimos una mala experiencia, ya que a una de las componentes del grupo la robaron el monedero.
La suerte que tuvimos de que un chico avisara que tenía la mochila abierta hizo que actuáramos con rapidez y regresamos a las estaciones por las que habíamos pasado por si hubieran tirado la documentación y pudiéramos recuperarlo.
Así fue, quien lo robó solo se quedó con las tarjetas bancarias y el dinero en efectivo, pero en una papelera de la estación habían tirado la cartera y toda la documentación.

Aliviadas por recuperarlo nos vamos en busca de la comisaría para poner una denuncia de lo sucedido. Nos dicen que hay mucha gente denunciando y que se nos va a demorar el tema algo más de tres horas, por lo que decidimos irnos a dar una vuelta por el Duomo para ver la iluminación y luego ya regresaríamos para denunciar.


Iluminación de las Galerías Vittorio Emanuel II. Milán


Iluminación de la Piazza del Duomo. Milán


Iluminación de la Catedral. Milán

Mientras nuestra amiga declaraba en la comisaría el resto de grupo nos sentamos en una terraza cercana para tomar algo y hacer tiempo para cenar cuando ella llegara. Pero la cosa se alargaba demasiado y decidimos ir pidiendo la cena.
De esta manera regresamos al hotel recordando las buenas y no tan buenas anécdotas de la bonita escapada a esta parte de Italia.












DÍA 1: MADRID- MILÁN

 El día comienza como cualquier viernes del año, nos levantamos y la rutina nos lleva a estar a las 8:00 horas en nuestros trabajos. Pero hoy no es un día cualquiera porque lo tenemos bien señalado en el calendario como el día en que dará comienzo una escapada por tierras italianas. !! Nos vamos a Milán y Bérgamo !! Una escapada que estaba programada para el año 2020 pero que no pudo ser por el Coronavirus y que 18 meses después estamos a punto de disfrutar.

A las 15:00 horas termina la jornada laboral y enseguida vamos a la estación de tren de Ávila para poner rumbo hasta Madrid.

El vuelo de easyJet con destino Milán Malpensa sale de la Terminal 1 a las 20:50 horas. Llegamos al aeropuerto de Madrid con mucho tiempo de anticipo por lo que podemos merendar, ponernos al día de nuestras cosas de amigas y relajarnos durante más de una hora antes del embarque.

El vuelo despega puntual y como estamos un poco cansadas del largo día, nos quedamos dormidas o al menos relajadas durante las dos horas que dura el trayecto. A las 23:00 horas aterrizamos y nos vamos a toda prisa hasta la cinta donde saldrá nuestro equipaje para intentar llegar al último tren que circula desde el aeropuerto Milán Malpensa con dirección a la Estación Central.

A toda prisa corremos por los pasillos hasta las máquinas donde se sacan los tickets del tren y a los pocos minutos de acomodarnos en éste, el tren cierra sus puertas. Hemos llegado por los pelos chicas !!!

Después de algo más de 35 minutos el tren llega a una estación donde se bajan todos los pasajeros por lo que decidimos bajarnos nosotras también, no estamos seguras de que sea la Estación Central, pero parece el final del trayecto de este tren.

Un poco despistadas intentamos saber en qué estación estamos pero un chico nos dice que sí que es la Estación Central (más tarde descubrimos que no, que era otra estación).

Pensando que era la Estación Central nos pusimos a caminar dirección al hotel y nos damos cuenta de que el trayecto que teníamos señalado no es el que llevamos, por lo que decidimos parar un taxi y que nos llevara, estamos muy cansadas y no tenemos ganas de caminar lo que nos indica el GPS, mañana veremos las cosas de otra manera...

Durante el trayecto al hotel vemos que hay muchísima gente joven disfrutando del viernes por la noche, todos bebiendo y bailando en amplias zonas de la ciudad que nos alegra el espíritu después de más de un año de restricciones. 

Llegamos al hotel y nos damos cuenta que toda la calle está llena de bares, restaurantes, terrazas ... y mucha mucha gente en la calle disfrutando. No va a ser difícil encontrar ambiente en esta ciudad !!!

Decidimos quedarnos en el hotel a descansar y así coger fuerzas para mañana tener un día bien completo disfrutando de Milán.


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