DÍA 4: CASTILLO DE PEYREPERTUSE- CASTILLO DE AGUILAR- VILLEROUGE TERMÈNES- CASTILLO DE TERMES- LAGRASSE- ABADÍA DE FONTFROIDE- NARBONA

 Amanece otro gran día con la agenda bien apretada, por eso sin demorarnos mucho nos aseamos y enseguida vamos a desayunar.

Nuestro primer destino del día es el Castillo de Peyrepertuse al que ya pudimos ver de lejos ayer. Aparcamos el coche y al acercarnos nos llevamos la fatal sorpresa de que la taquilla está cerrada, son las 8:45 horas y el horario de apertura es a las 10:00.

Esto trastoca nuestros planes por completo ya que si nos quedamos una hora aquí parados a última hora no podremos llegar a visitar la Abadía de Fontfroide ... finalmente decidimos que el dron volara y al menos llevarnos imágenes de la fortaleza, aunque nos hubiera gustado mucho haber podido visitarlo.

 
Château de Peyrepertuse


Promontorio Rocoso de Peyrepertuse


Vista Panorámica

Aunque no pudimos hacer la visita como nos hubiera gustado, os podemos decir que el castillo se divide en tres recintos bien diferenciados según se ve en la foto.

    - El recinto bajo con el torreón.

    - El recinto mediano, que es el más grande.

    -Torreón de Sant Jordi.

Desde la parte más alta imaginamos se obtendrán buenas vistas de la zona y del castillo en general.

Seguimos la ruta por pueblos con mucho encanto y paisajes llenos de viñedos, nos encontramos en una zona muy vinícola sin duda ...

Llegamos a la localidad de Tuchan y enseguida vemos las indicaciones del Castillo de Aguilar, que es el destino al que queremos llegar. Al coger el camino que nos lleva al castillo vemos un panel de información que dice que el horario de apertura del castillo es a las 11:00, sin duda hoy parece que no vamos a poder hacer ninguna de las visitas que tenemos previstas ...

Pero no nos desanimamos nada, el paisaje de los viñedos con los colores otoñales nos gustan tanto que no nos cansamos de repetir que este viaje ha sido todo un acierto. 

Paisaje de viñedos

En el momento en que vemos el castillo a lo lejos, decidimos parar el coche y volar el dron para llevarnos alguna imagen y poder seguir el camino.


Llegando al Château de Aguilar


Panoramica del Château de Aguilar

Vista del interior del Castillo

Los primeros dueños del castillo fueron los Condes de Termes, que edificaron el recinto más pequeño y elevado; durante la Cruzada Albigense sirvió de refugio a los cátaros hasta que fue tomado por Simón de Montforte y posteriormente pasó a manos del rey de Francia.

El castillo fue modificado posteriormente por ingenieros reales construyendo la segunda muralla, la más externa y la torre del homenaje.

Dejamos atrás el Castillo de Aguilar y nos dirigimos hasta la población de Termes para visitar su castillo, pero en el trayecto nos encontramos con un rally de coches y aunque la carretera está cortada nos indican un desvío para llegar.

Por suerte el desvío nos lleva hasta la localidad de Villerouge Termènes, donde paramos para tomar un café. La sorpresa fue que el pueblo tiene un gran castillo bien conservado.

El coche lo dejamos en un parking gratuito al lado de la carretera y nos adentramos en el pueblo por sus empedradas calles hasta llegar a la única cafetería que vimos abierta, justo al lado del puente de piedra (Pont Vieux).

Villerouge Termènes es la puerta mediterránea a la región del Alto Corbières

Castillo de Villerouge Termènes

Este castillo data del siglo XII y es buen ejemplo de la arquitectura militar medieval. Hasta la Revolución Francesa perteneció a los Arzobispos de Narbona que gobernaban sobre él y sobre el pueblo. 

Al castillo se accede por una rampa que conduce a la puerta fortificada situada en la parte norte, donde puede verse un escudo de armas del Arzobispo de Narbona.

El castillo tiene cuatro almenas en muy buen estado de conservación, una en cada esquina.


Vista lateral del Castillo

La visita no es interesante, parte del castillo se encuentra cerrado al público ya que es un restaurante. Por destacar un detalle, en el patio del castillo fue quemado vivo en la hoguera el cátaro Guillaume Bélibaste, muy unido a éste pueblo aunque no era originario de aquí.

Antes de abandonar la localidad, entramos a la Iglesia de Sant- Étienne que tiene un bonito retablo del siglo XVI.


Iglesia de Saint-Étienne

Seguimos el camino hasta llegar al pueblo de Termes para visitar el Castillo de Termes situado a poca distancia de la localidad.

Vista del castillo desde la carretera

El coche lo dejamos en un parking gratuito de donde sale un camino de aproximadamente un kilómetro que nos lleva hasta las ruinas del castillo de las que apenas quedan restos de dos murallas concéntricas, es sin duda la fortaleza más destruida de todas las que llevamos vistas.

El castillo fue refugio cátaro durante la Cruzada Albigense y fue tomado por las tropas de Simón de Montfort debido a que la escasez de agua hizo enfermar a los que aquí resistían y tuvieron que rendirse.


De camino al castillo

Château de Termes

Con esta visita damos por concluido los llamados "Cinco hijos de Carcasona", que como os habíamos dicho, son cinco castillos que delimitaban la frontera sur con el Condado de Barcelona. De esta manera, las fortalezas de Quéribus, Peyrepertuse, Puilaurens, Termes y Aguilar formaban una cadena de castillos cuyo fin era mantener una sólida defensa del territorio.

Antes de irnos hasta Lagrasse, hacemos una visita al pueblo de Termes, que es muy pequeño y tranquilo. El único edificio medieval del pueblo es su pequeña iglesia de Notre Dame de la Nativité.



ENTRADA AL PUEBLO DE TERMES


CALLE DE TERMES


Notre Dame de la Nativité

Emprendemos camino hacia Lagrasse, situado en el corazón del macizo de Les Corbières. El pueblo forma un conjunto armonioso con su viejo puente sobre el río Orbieu, sus casas y calles medievales, sus vestigios de antiguas murallas y su abadía.

Sin duda lo primero que nos llama la atención según llegamos a la localidad es su gran abadía benedictina de Santa María de Orbieu, cerca de la cual se desarrolló la Villa medieval. El núcleo urbano lo encontramos en la orilla opuesta del río que atraviesa la población

Vista de Lagrasse y de la Abadia Benedictina

Dejamos el coche y caminamos dirección a la abadía. Pasamos por los restos de muralla y cruzamos el río para llegar.


Torreón de la muralla de Lagrasse

Las altas paredes que tiene la abadía nos impide apenas ver nada del interior, pero dando un rodeo al recinto llegamos a la entrada principal donde se sacan las entradas (5 euros por persona). Nosotros no entramos porque habíamos decidido visitar la cercana Abadía de Fontfroide .

Esta abadía benedictina es una de las más antiguas de Europa, fue fundada por el abad de Narbona Nimphridius en el siglo VII y posteriormente fue ampliada por Carlomagno, quien la elevó al rango de abadía. Los Condes de Barcelona le otorgaron importantes donaciones y privilegios y ésto contribuyó a su gran prosperidad.


Abbaye de  Sainte  Marie d'Orbieu

Vista panoramica de la Abadia de lagrasse

Desde aquí nos acercamos hasta el Puente Viejo y el Puente Nuevo, desde donde se obtienen unas bonitas vistas.


VISTA DEL PUENTE NUEVO


L´Órbieu a su paso por Lagrasse


Puente Viejo de Lagrasse

L´Orbieu, Puente viejo y Campanario de la abadía 

Cruzamos el puente viejo y nos adentramos en el centro histórico casi en solitario, Lagrase está calificada como uno de "los pueblos más bellos de Francia" y enseguida nos damos cuenta de que la calificación está más que merecida.


Puente viejo


CALLE DE LAGRASSE

RINCON TÍPICO DE LAGRASSE

En el pueblo hay muchos rincones para fotografiar y una preciosa plaza, la Place de La Halle, parcialmente porticada y donde se encuentra el mercado.


MERCADO en Place de LA HALLE

Callejeando también llegamos a la Iglesia de San Miguel y finalmente a la Puerta del Agua donde encontramos un pequeño bar con terraza donde aprovechamos a comer, o mejor dicho merendar, pero es el único establecimiento que encontramos abierto en lo que llevamos de día.


REPONIENDO FUERZAS JUNTO A LA PUERTA DEL AGUA

PUERTA DEL AGUA

Damos por finalizada la visita a Lagrasse y nos encaminamos hasta la Abadía de Fontfroide que cierra a las 17:00 horas (tenemos poco más de una hora para visitarla).

Dejamos el coche en un parking gratuito y nos vamos hasta la taquilla para sacar las entradas, 11.50 euros por persona.


PANORAMICA DE LA ABADÍA DE FONTFROIDE

ABADÍA DE FONTFROIDE

La abadía fue fundada en el siglo XI por el Vizconde de Narbona como monasterio benedictino. Posteriormente se convirtió en Cisterciense, y en la actualidad es uno de los conjuntos monásticos mejor conservados de esta orden.

Durante la heregía Cátara, la abadía de Fontfroide  fue un bastión ortodoxo frente al catarismo. El Papa Inocencio III dotó de plenos poderes a uno de los monjes de la abadía, Pierre de Castelnau, para parar la heregía cátara y entre otras acciones excomulgó al Conde de Tolosa, Ramón VI.

El asesinato de Pierre por alguien cercano al conde fue la chispa que provocó el inicio de la Cruzada Albigense.

La abadía fue abandonada a finales del siglo XVIII  y un siglo después volvería a ser ocupada por la comunidad cisterciense. Aun así, a principios del siglo XX pasó a manos privadas y fue entonces cuando se iniciaron las labores de restauración.

La visita nos lleva por el Patio de Honor, donde se alojaban los hermanos conversos (los que hacían trabajos físicos, no los que se dedicaban a orar).

El Refectorio de los hermanos conversos, una gran sala que podía acoger a unos 200 monjes.


SALA DE EL REFECTORIO

Pasamos por el Patio de Luis XIV, donde se encuentra un pozo cuyas aguas del río Fontfroide dan nombre a la Abadía.

PATIO DE LUIS XIV

El Claustro se construyó durante los siglos XII y XIII y por consiguiente con dos estilos, románico y gótico.

VISTA DEL CLAUSTRO

El tiempo corre muy rápido y apenas podemos detenernos en la preciosa Sala Capitural, obra maestra del románico.

De la Iglesia abacial resaltamos sus bonitas vidrieras, algunas dedicadas a la vida de San Francisco de Asís.

INTERIOR DE LA IGLESIA ABACIAL

Para finalizar la visita nos acercamos a los dormitorios de los monjes.

Salimos a  uno de los jardines de la abadía, es enorme y todo plantado de rosales, toda la superficie que ocupaba un antiguo cementerio.

Nos hubiera gustado seguir conociendo otros jardines más pequeños, pero la hora de cerrar ha llegado y poco a poco vamos abandonando el recinto.


ABADÍA DE FONTFROIDE

ABADÍA DE FONTFROIDE Y SU ENTORNO

La visita nos ha gustado mucho, totalmente recomendado.

Para completar el día, nos vamos hasta la ciudad de Narbona donde tenemos el hotel.

No tardamos en hacer el checking y acercarnos a ver anochecer en la ciudad, algo que nos gusta hacer siempre que se puede.

Dejamos el coche cerca de la estación de tren y caminando nos vamos hasta la Catedral que encontramos ya cerrada.


CATEDRAL de San Justo y San Pastor

Palacios des Archeveques

La rodeamos siguiendo los jardines arzobispales y llegamos a la bonita plaza donde se encuentra el Ayuntamiento que comienza a iluminarse.


FACHADA DEL AYUNTAMIENTO


Ayuntamiento y Via Domitia

Empieza a oscurecer y el frío se hace notar, nos acercamos hasta el canal para ver el ambiente de la zona pero pronto regresamos.



Esclusa del Canal de la Robine

Regresamos a la plaza y ahora encontramos la fachada completamente iluminada y nos quedamos un rato observando el ir y venir de la gente, después regresamos al coche por la Vía Domitia y cerca del hotel buscamos donde cenar para poner fin a este intenso día.


Puerta de Gil Aicelion


Palacio del Ayuntamiento


Pasaje del Áncora









DÍA 3: ROQUEFIXADE-CASTILLO DE MONTSEGUR- CASTILLO DE PUIVERT- CASTILLO DE PUILAURENS- CASTILLO DE QUÉRIBUS- GARGANTAS DE GALAMÚS-FEROUILLET

 Es muy temprano cuando suena el despertador, cuando abrimos las cortinas para ver cómo está el tiempo, nos encontramos con un sol espléndido que luce ya sobre el pueblo de Roquefixade.

Enseguida estamos preparados para bajar a desayunar al pequeño comedor del hotel y sobre las 8:15 salimos a la calle con la duda de subir o no hasta el Castillo de Roquefixade.

Finalmente nos conformamos con las vistas que obtenemos con el drón porque un vecino nos informa    que el castillo se encuentra a 3 kilómetros y debido al desnivel la caminata suele ser de una hora y media aproximadamente. Informaros que la visita es gratuita por si alguien se anima.

Château de Roquefixade

Siempre cuando salimos de viaje nos gusta visitar todo lo posible, pero lamentablemente hoy el día lo tenemos muy apretado y seguimos hasta el siguiente punto del día, el cercano Castillo de Montségur, símbolo de la resistencia cátara.

Desde la misma carretera ya podemos divisar el peñasco rocoso (llamado Poc) donde se sitúa el castillo. Dejamos el coche en el parking gratuito y comenzamos el ascenso.


vista del Poc y Castillo de  montségur

Al inicio del camino nos llama la atención la estela que indica que en ese lugar (en el Prado de los Quemados) el día 16 de Marzo de 1244 más de doscientos cátaros fueron quemados vivos por no renunciar a sus creencias.

El castillo sirvió de refugio a los Cátaros durante la Cruzada Albigense y tras un largo asedio fue tomado por las tropas reales. Posteriormente como sucedió con todos los que veremos en la ruta el Rey los mandó destruir. La fortaleza se entregó a los Señores de Lévis-Mirepoix y ellos se encargaron de su reconstrucción.

Château de Montségur

Sacamos las dos entradas y nos entregan un panfleto donde vemos que nos harán descuento si lo presentamos en las siguientes taquillas (te grapan la entrada en él para que comprueben y te hagan los descuentos, que normalmente son de 1 euro por persona)

Taquilla y Punto de información

Accedemos  al castillo atravesando una puerta y nos encontramos con un patio completamente vacío, pero con las paredes bien levantadas. A la muralla se puede subir por una escalera y se obtienen preciosas vistas del pueblo, de las montañas nevadas y de los verdes prados donde las vacas pastan tranquilamente.


Panorámica

Château de Montsegur y les Piyrénées al fondo

La visita a este castillo nos ha dejado un poco tocados pensando en el sufrimiento de tantas personas que murieron por defender su fe ...

Emprendemos el camino a la localidad de Puivert, pero decidimos parar a tomar un café con un exquisito pastel en la localidad de Bélesta, que nos recibe con unas vistas muy bonitas desde el puente sobre el río Hers.

La panadería-pastelería vende unas empanadas con una pinta riquísima y compramos dos raciones para comer a la hora que tengamos necesidad de parar.


Rio Hers a su paso por Bélesta

Reponiendo fuerzas

Con las energías recargadas seguimos el viaje hasta la localidad de Puivert donde se encuentra el Castillo de Puivert situado en la suave colina de Quercorb dominando el pueblo y un lago que tiene a sus pies.

Puivert y su Château dominando El Valle deSde 605 m de altura

Dejamos el coche en el pueblo y caminamos algo más de un kilómetro hasta llegar a la entrada (5 euros por persona). Al castillo se accede a través de una puerta en la torre cuadrada, atravesando un puente elevadizo situado sobre un foso.


Château de Puivert

Vista del Castillo Puivert y el lago

La torre permite el acceso al patio principal (Patio del Honor), muy grande por cierto, cerrado por una muralla en forma rectangular y cinco de las ocho torres que siguen en pie.

La fortaleza cuenta con cuatro salas, las dos principales se ubican en el Torreón, donde se encuentra la Capilla y la Sala de los Músicos. 

Después de una hora de visita ponemos en el GPS el siguiente destino, el Castillo de Puilaurens.

La carretera nos lleva por un precioso desfiladero (Défilé de la Pierre Lys) y nos detenemos en un par de sitios para deleitarnos con los paisajes.


Défilé de la Pierre Lys

crestas del desfiladero

Bien entrada la mañana y teniendo en cuenta que estamos en Francia y se come pronto, buscamos un merendero para sentarnos y comer la empanada que compramos.

preparando la comida

 No nos entretenemos demasiado y regresamos a la carretera para coger el desvío que nos lleva hasta la localidad de Lapradelle y enseguida podemos ver en lo alto de un espolón rocoso la silueta del castillo de Puilaurens, dominando el valle del río Boulzani a casi 700 metros de altura y pensamos en cómo vamos a llegar hasta allí !!!  por suerte seguimos la carretera y llegamos a un parking que nos deja cerca de la taquilla (5 euros por persona).

château de PUILAURENS

Al castillo se accede por un camino en zig-zag hasta llegar a la puerta de acceso. El castillo se construyó con dos murallas, la primera alrededor de un amplio patio y la segunda es donde se encuentra la torre del homenaje.

El castillo data del siglo XI, y se eleva a 700 m de altura, constituye la mayor fortaleza de los Cátaros.

PANORAMICA DEL CASTILLO DE PUILAURENS

El castillo cuenta con cuatro torres redondas, una en cada esquina de la muralla. El torreón más saliente de la segunda muralla es el llamado la Dama Blanca debido a una leyenda que cuenta que la Dama Blanca, nieta de Felipe IV de Francia, viene por las noches a pasear sus vaporosos velos por el camino de ronda de las almenas.

Después de la visita sacamos unas vistas increíbles del castillo y su entorno desde el dron.

Vista aerea del Castillo

Para finalizar las visitas del día, hacemos los pocos kilómetros que nos separan del Castillo de Quéribus.

Sin duda es donde más gente nos encontramos en lo que llevamos de día, y la visita que más nos ha gustado. Nos acercamos a la taquilla para sacar las entradas (7.5 euros  por persona) y comenzamos a subir hasta el promontorio rocoso donde se encuentra ubicado el castillo (el último tramo es de escalones).

Subida al Castillo de Quéribus

Este castillo de Quéribus, situado en el municipio de Cucugnan ( Languedoc ), fue el último bastión de la resistencia cátara en caer ante la cruzada albigense, situado a 728 metros de altura y difícil de atacar por su ubicación.


Château de Quéribus

Vista del castillo desde la carretera

En él destacamos su imponente torreón rodeado por tres recintos amurallados. Dentro del torreón se encuentra la Sala Gótica con un enorme pilar que sujeta el techo abovedado. 

bóveda de la sala gótica

base del pilar

Por una escalera de caracol subimos hasta la terraza de la Torre del Homenaje desde donde se obtienen vistas en 360º y desde donde se divisa el Castillo de Peyrepertuse que visitaremos mañana.


Entramado de escaleras


vista del castillo de Peyrepertuse desde Quéribus

Descendemos del castillo y nos vamos hacia el coche para ir dirección al hotel, que según el GPS está cerca de Peyrepertuse, pero la curiosidad de seguir viendo cosas hace que Alfonso quiera acercarse hasta el Castillo de Peyrepertuse al que ya no podíamos acceder por la hora que es y no sabemos bien por qué ahora tenemos bastantes más kilómetros hasta llegar al hotel. La verdad es que como estamos de vacaciones y aún hay luz, decidimos hacer caso al GPS y seguir la ruta que nos marca.

Y que suerte tenemos de hacer caso al GPS porque nos adentramos en las Gargantas de Galamús, (Gorges de Galamús) que no teníamos ni idea de que estaban ahí ni de que existían siquiera ... con el corazón encogido por lo estrechísima que es la carretera y por el trazado de ésta, Beatriz reza para que no nos crucemos con otro coche por la dificultad que podemos tener para pasar.

Al final de las Gargantas que dominan el río Agly encontramos un sitio para aparcar el coche y quitarnos un poco la tensión que traemos. En realidad es un mirador desde donde sale un camino hacia la Ermita troglodita de San Antonio de Galamús.



Información de las Gargantas de Galamus

Mirador a la ermita de Galamus

Seguimos las indicaciones del sendero hasta la ermita pero al llegar no podemos visitarla porque está cerrada. Emprendemos el regreso y ya nos vamos hasta el hotel porque se nos ha hecho de noche.

Ermita Troglodita de San Antonio de Galamus

Un día muy completo donde no hemos podido parar nada salvo para comer, pero ahora que queremos relajarnos y cenar tranquilos no encontramos dónde y el dueño del hotel nos hace el favor de hacernos un café con leche y una tostada (que es lo único que tiene para ofrecer en el desayuno). Con esto queremos advertir que si encontráis un supermercado durante el recorrido hagáis provisiones por si acaso os pasa algo parecido, nosotros creemos que esta situación se debe a la pandemia del coronavirus).



DÍA 2: LOURDES- FOIX- ROQUEFIXADE

 El despertador suena bien temprano y sin pereza comenzamos el día tomando un desayuno sencillo, que es lo único que sirven en la cafetería del hotel, un café con leche y una galleta de gran tamaño.

Cargamos la maleta en el coche y ponemos rumbo hasta la ciudad de Foix, donde queremos visitar el primer castillo del viaje.

Foix es una localidad situada en un valle entre los ríos de poco caudal Arget y Ariège y con un telón de fondo montañoso que por se otoño ya están nevado. Según nos acercamos a la localidad divisamos la preciosa silueta del castillo, situado en pleno centro histórico, en una roca calcárea a 60 metros de altura.

Vista de Foix

Aparcamos el coche a las afueras de la ciudad y caminando adentramos por sus calles medievales siempre siguiendo las indicaciones que nos llevan al castillo.

La entrada al castillo de Foix es una de las más caras del viaje, 11,50€ por persona (acceso al castillo y museo). Nada más entrar pasamos por numerosas salas donde se proyecta su historia y colecciones del Museo Departamental del Ariège. Aquí pasamos un largo rato y luego salimos por una puerta que da acceso al castillo a través del camino que serpentea hasta llegar.


Arbol Genealógico- Condes de Foix


Sala de Armaduras

Exposición de Armas

Con la entrada nos dan toda la información de lo que se puede visitar, así como el horario de los diferentes espectáculos a los que se puede acudir (taller de tiro, manejo de armas de guerra...)

El castillo jugó un importante papel en la historia militar ya que protegió no sólo a nobles sino también a los Cátaros durante la Cruzada.

Siglos después, siguió contribuyendo a la defensa de Foix durante las guerras de Religión, convirtiéndose en el último de los castillos de la región que tras la orden de Richelieu  fueron arrasados.

En el siglo XIX el Castillo de Foix fue declarado Monumento Histórico por el gobierno francés y restaurado intentando recuperar su estilo original.

- En el castillo destacan tres torres:

 La Tour d'Arget, que data del siglo IX y es la más antigua. También es la más pequeña de las tres y la única a la que no se puede acceder. 


La Tour d'arget

La Torre Central, donde encontramos en su planta baja la sala de intendencia. En la siguiente planta se visita la sala de sentencias. En la tercera planta visitamos la alcoba y finalmente llegamos a la terraza desde donde las vistas son preciosas.


La torre Central


Sala de Sentencias


Alcoba


Vistas desde terraza de la Torre Central

Entre la Tour d'Arget y la Torre Central se encuentra la gran sala de banquetes donde imaginamos que comían y bebían bien amplios por el tamaño que tiene.

Sala de Banquetes

La Torre Redonda, en la planta que se encuentra por debajo del suelo está el calabozo, pero está demasiado oscuro y no deparamos mucho en el lugar. En la planta baja encontramos una amplia colección de armas, subiendo a la siguiente planta vemos la sala escritorio, y donde el mobiliario recrea muy bien la época y para finalizar la visita también se accede a la terraza donde las vistas vuelven a ser inmejorables.


La Torre Redonda


Sala del Escritorio

Vista de La Tour d'arget y De la Torre Central

Hoy cuando ya hemos hecho el recorrido por los castillos de la zona podemos entender por qué el Castillo de los Condes de Foix tiene la entrada más cara, y es que es el único que cuenta con un museo, la recreación de las salas y la estructura perfecta de las torres, la visita nos ha gustado mucho.

Comenzamos a descender por el camino que nos aleja del castillo y nos encontramos nuevamente en la zona por donde habíamos comenzado la visita, obligados a pasar por la zona de souvenirs.

Antes de abandonar la ciudad nos vamos hasta la Plaza de Saint-Volusien donde se encuentra la Iglesia de la Abadía de Saint-Volusien, que tiene su origen en un monasterio en honor a éste Santo y que fue abandonado por los monjes durante la Revolución Francesa. 


Abadia de Saint-Volusien

Interior De la Iglesia de Saint-Volusien

Tenemos suerte de que tocaban las campanas para la llamada de los fieles a la misa y podemos acceder al interior para visitarla antes de que comenzaran los actos religiosos.

Nos volvemos a poner en ruta para llegar a la localidad de Roquefixade, donde tenemos el hotel para esta noche y donde se encuentra el Castillo de Roquefixade.

Roquefixade se encuentra en la ruta que nos lleva hasta uno de los castillos cátaros más visitados, el de Montsegur, por eso nos desviamos unos kilómetros y llegamos a este bonito pueblo que nos ofrece unas vistas preciosas de los Pirineos nevados...

Tenemos que informaros que en Occitania hay tantos castillos que es imposible poder visitar todos en los días que estaremos por estas tierras, algunos con difícil acceso y otros situados en el mismo pueblo que les da nombre.

Nada más bajarnos del coche el frío de la tarde nos hace abrigarnos bien y echamos la vista hacia el gran promontorio rocoso donde se encuentran situadas las ruinas del Castillo de Roquefixade. 


Château de Roquefixade

El castillo tiene origen en el siglo XI bajo el impulso de los Condes de Toulouse a los que pertenecía. Ellos fueron los que le dieron el nombre de Roquefixade (Roca agrietada) debido a una gran falla natural donde se ubica, la cual salvaron construyendo un arco de piedra en el castillo.

Los Condes de Toulouse confiaron el castillo a los Condes de Foix y al linaje de Pailhès sucesivamente hasta que llegaron las tensiones con la Cruzada Albigense, durante la cual la fortaleza sirvió de refugio a los Cátaros.

Después de siglos de historia, donde sucesivas batallas, modificaciones en la estructura, cambios de propietarios... la fortaleza fue mandada destruir por el Rey Luis XIII, quien a su paso por allí camino de Toulouse, dio la orden de que construcciones como ésta eran caras de mantener y lo mejor era acabar con ellas.

Nos acercamos al hotel para hacer el checking y antes de que se haga de noche salimos del pueblo para hacer con el drón una bonita panorámica del castillo y su entorno.


Château de Roquefixade con Los Pirineos de fondo

Vista aerea del Castillo

Regresamos nuevamente al hotel para cenar el menú que ofrece y pedir información de cómo subir hasta el castillo, a lo que nos indican que hay un sendero a la entrada del pueblo que llega hasta allí.

Cansados nos retiramos y mañana ya decidimos si subimos o no teniendo en cuenta el tiempo que estimamos que podemos tardar en llegar y teniendo una ruta tan cargada para pasar la jornada.










DÍA 1: AVILA- LOURDES


 Después de hacer varias gestiones personales, cargamos el equipaje en el coche y salimos de Avila sobre las 12:00 h. Tenemos más de 650 kilómetros por delante hasta llegar a la ciudad de Lourdes donde pasaremos la primera noche de este viaje.

Los kilómetros van pasando y llegando a Burgos hacemos la parada para comer y descansar un poco.

En una hora aproximadamente reiniciamos la ruta hasta Irún, donde volvemos a parar para repostar gasolina, tomar un café y estirar un poco las piernas.

El último tirón del camino nos lleva a la región de Occitania (Francia), a la ciudad de Lourdes, donde ya hemos estado en otras ocasiones y siempre nos ha gustado mucho.

Lourdes es un lugar de peregrinación donde acuden miles de personas al año para visitar a la Virgen y pedirle o darle gracias por alguna de las situaciones personales por las que cada uno pasa en la vida.

A diferencia de lo que hemos visto en otras ocasiones, nos encontramos con una ciudad vacía, pero decidimos ir hasta el Santuario para ver si hacen el célebre rosario nocturno por su extensa explanada, pero debido a las medidas de seguridad por el coronavirus está todo suspendido.

Ha sido un día largo y estamos cansados por lo que decidimos ir al hotel y descansar, ya que mañana tenemos que madrugar bastante y comenzar nuestra visita a los Castillos Cátaros. 



LOS CASTILLOS CÁTAROS: Del 16 al 21 de Octubre de 2020

 Este viaje nos acerca a una época con mucha historia.

Los Cátaros eran un grupo religioso que surgió en Francia durante el siglo X que se oponía a la Iglesia Católica en sus creencias sobre la existencia del Bien y el Mal.

Su propagación por territorios de Languedoc y Midi Pyréné fue muy rápida y en respuesta, la Iglesia Católica consideró sus doctrinas heréticas y pidió una cruzada contra los herejes.

La Cruzada Albigense (de la cuidad obispal de Albí) duró más de 35 años. Los Cátaros se refugiaron en castillos y ciudades fortificadas.

En el siglo XIII el movimiento Cátaro muy debilitado tras la larga persecución se fue extinguiendo poco a poco.

Este es el motivo de nuestro viaje, visitar parte de esos castillos, alguno situado en altas colinas difíciles de alcanzar y poder conocer más a fondo esta tragedia donde murieron cientos de personas.

En nuestro itinerario intentaremos visitar todos los castillos que podamos, pero principalmente los llamados "Cinco hijos de Carcasona", que son cinco castillos que delimitaban la frontera sur con el Condado de Barcelona. De esta manera, las fortalezas de Quéribus, Peyrepertuse, Puilaurens, Termes y Aguilar formaban una cadena de castillos cuyo fin era mantener una sólida defensa del territorio.


ITINERARIO:




DÍA 1: ÁVILA- LOURDES

DÍA 2: LOURDES- FOIX- ROQUEFIXADE

DÍA 3: CASTILLO DE MONTSEGUR- CASTILLO DE PUIVERT- CASTILLO DE PUILAURENS- CASTILLO DE QUERIBUS- PEYREPERTUSE

DÍA 4: CASTILLO DE PEYREPERTUSE- CASTILLO DE AGUILAR-VILLEROUGE TERMÈNES- CASTILLO DE TERMES- LAGRASSE- NARBONA

DÍA 5: NARBONA-BEZIERS Y LAS NUEVE ESCLUSAS- MINERVE-CARCASSONNE

DÍA 6: CARCASSONNE- LASTOURS- ALBÍ



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