ANDORRA- SORT- ALQUEZAR

 Hoy hemos decidido ir de compras por la mañana.

Yo compré un perfume para cada uno y al pagar me dieron unos tikets para subir al teleférico de La Massana, y no lo pensamos mucho, nos fuimos a por el coche y hacia allí que nos fuimos, queríamos disfrutar un poco del ambiente que había en verano en las pistas de esquí.




En las instalaciones había un bar con comida rápida, y aprovechamos a comer algo para cuando bajáramos no entretenernos más que en tomar un café y ponernos en marcha.

La idea de ir a Andorra fue porque queríamos aprovechar a comprar unos décimos de lotería de Navidad en Sort, y como a decir verdad no teníamos prisa de llegar a casa, pues aprovechamos a hacer kilómetros y a ver paisajes que no conocíamos.

La población de Sort es pequeña, pero tiene tanta fama por la Administración de La Bruja que enseguida nos dimos cuenta que los turistas iban todos hacia la misma dirección.
Nosotros les seguimos y enseguida vimos la administración, que no es como las habituales, esta es muy grande, con varias instalaciones y con el decorado excepcional para hacerse fotos.
Nos tomamos una cerveza y brindamos por que la suerte se fuera con nosotros (pero no nos tocó nada).
No queríamos que se nos hiciera de noche porque pintaba tormenta a lo lejos, y esta noche teníamos el hotel en el pueblo de Alquezar en la provincia de Huesca, que está a 150 km de Sort.
Lo cogimos con la intención de hacer barranquismo al día siguiente, y al llegar al pueblo nos dimos cuenta que está todo enfocado al turismo de aventura.
Tiene una calle principal llena de bares, restaurantes y hoteles .
Pasamos una noche estupenda con muy buen ambiente y por supuesto intentaremos volver en otra ocasión.

CARCASSONNE- ANDORRA

 Hoy el despertador ha sonado a las 7:00 horas, toca empezar el regreso a España, y necesitamos salir temprano.

Nuestra primera parada es la ciudad de Carcassone, ciudad conocida por los dos pero que nos encantó volver a pasear.
Ciudad amurallada que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, cuenta con un casco antiguo medieval muy bien conservado.







Aprovechamos la parada para comer y enseguida nos pusimos en ruta otra vez porque tenemos que llegar a Andorra y tenemos 586 km por delante.

La verdad es que en cuanto entramos en Andorra el paisaje era tan bonito con sus grandes montañas  que no teníamos prisa por llegar, nos apetecía ir disfrutando del paisaje.
Llegamos a nuestro hotel situado en la calle más comercial Andorra la Vieja justo a tiempo para arreglarnos y salir a cenar a un restaurante italiano que nos recomendaron en el hotel y que estaba en la misma calle.
Lo pasamos muy bien, al salir del restaurante había ambiente en las calles, pero nosotros decidimos ir a dormir.

LAS GARGANTAS DEL RÍO VERDÓN

 Que ganas tenemos de empezar a visitar la zona y poder ver con nuestro propios ojos esos acantilados que llevamos viendo en internet, esos colores azules tan bonitos del lago...

Nos pusimos en camino y la carretera ondeante nos adentra en el paisaje tan bello que queríamos conocer. Pasamos por varios pueblos construidos en piedra.
Paramos en muchos puntos donde se sacan panorámicas inmejorables.
La verdad que rodear el lago Sainte-Croix es una experiencia fantástica.
Las gargantas del Verdón forman el cañón más grande de Europa, con paisajes difícil de explicar si no se ve directamente.
Entre las actividades que se pueden practicar hay: senderismo, escalada, parapente, barco a pedal, camping, playa, rafting, kayak... hay para todos los gustos.





Nos hubiera gustado alquilar una barca de pedales pero había más de dos horas de espera para acceder a una, y no estábamos dispuestos a esperar tanto.
Nos fuimos a bañar un rato y a comer un bocadillo que llevábamos preparado para no perder tiempo en buscar un pueblo donde ir a comer.
Sobre las 15:00 horas montamos otra vez en el coche para seguir la ruta y vimos un desvío al pueblo de Moustiers Sainte-Marie, y decidimos ir a visitarlo.
Acertada decisión porque es un pueblo precioso .
Clasificado como uno de los pueblos más bellos de Francia, es un pueblo típico de la Provenza, dominado por una gran estrella de oro colgada. Cuenta con un gran encanto cuando se pasea por sus callejuelas y plazas llenas de tiendas de recuerdos.







Después de la visita seguimos nos pusimos en carretera otra vez  y empezamos a ver enseguida el lago otra vez, pero ahora desde las alturas y la vista es mucho mejor si cabe, comenzaban los miradores de las gargantas del Verdón.
Se pueden parar en los miradores pero con precaución, la carretera es bastante estrecha.
Pasamos por el mirador de Galetas.




Por el mirador de Mayreste, este un poco alejado ya del río





Y siguiendo la carretera llegamos al bonito pueblo de Montee des Fontainelles donde paramos ha hacer una breve visita porque enseguida se iba ha hacer de noche y no queríamos hacer el resto del viaje de noche para seguir viendo el paisaje.




Cuando salimos del pueblo empezaba a anochecer, casi todos los coches se daban la vuelta y hacían el camino inverso al que habíamos llevado hasta ahora, pero nosotros seguimos para ir a la localidad donde teníamos el hotel esta noche y de repente nos metimos como en una especie de desfiladero profundo que daba miedo pensar si venía un coche de frente como podíamos maniobrar.
Cuando salimos de ese tramo ya era completamente de noche, y fue una pena porque seguro el paisaje merecía la pena.
Cuando llegamos al hotel solo teníamos ganas de descansar que al día siguiente había que conducir mucho.

MARSELLA- LOS CALANQUES- ROUSSET- QUINSON

 El viaje lo planificamos apenas sin tiempo, pero leí que en la localidad de Marsella se hacían unos recorridos en barco y por sendero a través del Parque Nacional de los Calanques.


Me informé para hacer una ruta de senderismo por los Calanques pero había restricciones en época estival por peligro de incendios, y aunque la pinta era buena, decidí coger información de cómo verlo en barco.
Los Calanques son como pequeños fiordos que se encuentran al sur de Marsella, en la localidad de Cassis.
Cuando vas por carretera y sobrepasas el Puerto de la Pointe Rouge, comienzan los bonitos paisajes de este Parque natural con pequeñas bahías, estrechas y alargadas rodeadas de picos y en cuyas aguas predomina el color azul turquesa.

Al llegar a Cassis todo te va indicando el centro de la ciudad y es difícil dejar el coche en algún sitio, por lo que después de dar un par de vueltas al pueblo decidimos salir un poco del centro y aparcar, luego llegar andando para buscar dónde poder coger el barco que nos llevará a la visita de los Calanques.

Tuvimos que preguntar en un bar porque estábamos un poco despistados, pero enseguida nos dimos cuenta de que estábamos en la otra parte del pueblo y pusimos rumbo hacia donde está el embarcadero.

Nos pusimos a la fila que había para sacar la entrada y mientras esperábamos decidimos que queríamos salir en el barco de las 15:00 horas y visitar sólo 3 de los Calanques (ya que hay muchos para visitar, todo depende de la entrada que compres y del tiempo que tengas para hacer la visita).
Habíamos leído que con visitar tres era suficiente, ya que luego todos parecían iguales.
Cuando tuvimos sacadas las entradas nos fuimos a uno de los muchos restaurantes que hay en esa misma plaza y comimos muy rápido porque apenas contábamos con 40 minutos para que saliera nuestro barco.
Nos dio tiempo y cuando llegamos a nuestro número de embarcación ya se había ido, nos dirigimos a una persona que estaba amarrando otro barco y nos informó de que el horario es aproximado y que cuando se llena una embarcación se va y llega otra. Que susto pensamos que nos habíamos quedado sin visita y eso que llegamos a tiempo!!!
A las 15:05 se había llenado nuestro barco y salimos a ver lo que era eso llamado Calanques.
Enseguida vimos gente andando por el sendero que nosotros hubiéramos querido hacer y también gente tomando el sol en las grandes lanchas que hay en todo el recorrido.
El mar estaba picado y cada poco el barco chocaba con una ola y terminamos calados todos.







La experiencia es bonita, pero nosotros ya habíamos visitado otra cosa parecida en un viaje anterior y por eso no nos hizo tanta ilusión como la primera vez.

A las 16:30 estábamos poniendo en marcha el GPS para ir dirección a Rosset, un pequeño pueblo situado a 40 km de Marsella en la región de la Provenza-Alpes-Costa Azul.
Allí hicimos una corta visita y tomamos un riquísimo cafe.





Volvimos al coche y ya si que pusimos rumbo al plato fuerte del viaje, a los paisajes del Parque Natural del Río Verdón.
Esta noche nos hospedamos en el pueblo de Quinson, donde ya se pueden contratar varias de las actividades del río.
Esta población está cerca del lago más grande y más importante de la zona, el lago de Sainte-Croix, donde se centran casi todos los atractivos de la zona.

GERONA- FIGUERAS- EMPURIABRAVA- MARSELLA

 Hoy nos levantamos temprano para que nos diera tiempo a hacer bien todo el itinerario previsto.

A las 7:00 sonó el despertador y enseguida estábamos desayunando para ponernos en marcha a nuestra primera visita, el Museo Salvador Dalí situado en la localidad de Figueras.
La verdad es que yo no estaba convencida de entrar al museo porque no entiendo  el arte de Dalí, pero Alfonso quería entrar y al final hicimos la visita.



Cuando salimos de la visita ya hacía mucho calor, nos tomamos un refresco en un bar frente al museo y decidimos ir nuevamente a la playa.
A poco más de 17 kilómetros estaba Empuriabrava y hacía allí nos fuimos.
Esta lujosa localidad llena de pequeños canales y llamativas embarcaciones, también cuenta con una playa preciosa y muy larga.



Apenas había gente bañándose a la hora que llegamos por lo que no lo pensamos mucho y nos dimos un largo baño hasta la hora de comer.
Cuando nos entró hambre Alfonso se acercó a un restaurante cercano y pidió dos hamburguesas gigantes para llevar y unos refrescos y nos lo comimos en la arena aprovechando un rato más el sol y el mar.
Otro bañito más después y sobre las 18:00 horas nos fuimos a por el coche para seguir la ruta marcada para hoy.
Teníamos 385 kilómetros por delante para llegar a nuestro hotel de hoy en la localidad francesa de Marsella.
El paso fronterizo nos hizo perder mucho tiempo, pero ya contábamos con ello.
Llegamos cuando ya era de noche, por lo que decidimos bajar a la cafetería del hotel y tomar un café con un bollo y a la cama a descansar.

BARCELONA- TOSA DE MAR- GERONA

 El día amanece totalmente despejado y estábamos deseando ir a la playa, por lo que pusimos rumbo a uno de los lugares que teníamos ganas de visitar, la localidad de Tossa de Mar.

Esta pequeña localidad cuenta con una de las imágenes más conocidas de las playas de la Costa Brava, su bonito castillo encima de un acantilado que muere en la playa.


Nos dimos un largo baño en la playa abarrotada de gente y cuando nos cansamos del agua nos pusimos a dar un paseo por la playa hasta que llegamos al castillo, luego nos adentramos en la ciudad callejeando y nos encanó cada rincón, cada terraza situada estratégicamente, y las vistas tan bonitas que hay desde todos los lugares que vas recorriendo por la muralla.

Los restaurantes cercanos a la playa estaban llenos de gente, por lo que nos fuimos dirección a donde teníamos aparcado el coche y encontramos un restaurante con un buen precio y una carta inmejorable.
Ya con el estómago bien lleno y antes de que nos diera pereza nos pusimos en marcha para llegar a Gerona de día y poder pasear por su casco antiguo y visitar la muralla.

A las 18:00 horas estábamos ya instalados en nuestro hotel para darnos una ducha y arreglarnos para salir a visitar la ciudad.
Alfonso ya la conocía por lo que me sirvió de guía para enseñarme los lugares más emblemáticos y bonitos de la ciudad.







La tarde se nos pasó volando, la verdad es que la temperatura nos acompañó en el precioso paseo que nos dimos por Gerona, y tengo que recomendar la ciudad a todo el que vaya a Cataluña porque no les defraudará.

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