DRESDEN

 Despertamos a las 8:30 horas y enseguida estamos en el comedor del hotel desayunando, el tema de conversación es la cantidad de agua que ha debido de caer esta noche... esperemos que no haga mucho frío porque no tenemos ropa de mucho abrigo !!!

A las 9:30 estamos en la puerta del hotel dispuestos a descubrir otros muchos rincones de la ciudad llenos de historia, esa historia que castigó tanto a Dresden a finales de la Segunda Guerra Mundial, apenas unas semanas antes de la capitulación de la Alemania nazi, que fue bombardeada y quedó destruida casi en su totalidad.

También comentar que el Valle del río Elba en Dresden fue Patrimonio de la Humanidad, pero perdió la categoría en esta lista, debido a la construcción de un puente (el puente del WaldschlöBchen) a dos kilómetros del centro histórico.
Se construyó para aliviar el tráfico de la ciudad, y de esta manera se convirtió en la primera ciudad europea en perder esta condición.

Comenzamos a caminar en la misma dirección que ayer, pero hoy la primera visita a realizar es el Zwinger, un precioso palacio barroco con jardines.
Construido inicialmente como invernadero de naranjos, sirvió para grandes fiestas del príncipe Augusto el Fuerte.

Este palacio se sitúa en el casco histórico, entre el edificio de la Ópera y Postplatz.
En su interior se puede visitar una gran colección de porcelana, instrumentos científicos de la época, el museo de zoología y una pinacoteca de antiguos maestros.

Destaca la puerta de la Corona (Kronentor), la fuente el Nynphenbad o baño de las ninfas y el reloj con carrillón (Ubrmit Glookenspiel).




Después de esta visita, regresamos a la plaza de la Catedral y hacemos un poco del mismo recorrido  turístico de ayer, pero es que nos encanta...





Sobre las 12:00 horas atravesamos el río Elba dispuestos a conocer otro estilo de vida y cultura, nos vamos hasta el barrio joven (Neustadt), y caminando por la calle Alauntrasse, damos con el pasaje de Kunsthofpassage, donde quedamos impactados con el peculiar-arte en fachadas, edificios...






Cuando queremos darnos cuenta ya son más de las 14:00 horas y sin comer, ahora hay que buscar un sitio donde parar, cosa que quizá no sea fácil.

Encontramos un restaurante de comida rápida y sin dudarlo entramos.
En la sobremesa miramos el plano de la ciudad y comprobamos que prácticamente lo que queríamos visitar lo tenemos hecho, por lo que la tarde la pasamos de paseo, tomando una cerveza y por supuesto admirando los bonitos edificios iluminados.

Regresamos temprano al hotel porque mañana toca madrugar y hay que estar descansados.

ERFURT- DRESDEN

 Nos espera otro día prometedor, nos vamos hasta una de las ciudades con más historia de Alemania.


A las 9:00 estamos ya en el coche saliendo hacia la ciudad de Dresden, la capital de Sajonia, y ciudad que ha sufrido los daños de casi todas las grandes guerras europeas.
El camino lo hacemos con bastante tráfico pero en dos horas estamos buscando el que será nuestro hotel en las próximas dos noches.

El hotel no está céntrico, pero según las indicaciones que nos dan en recepción podemos llegar caminando al centro en unos 15 minutos.

Lo primero es buscar una cafetería para tomar algo y señalar en el plano lo que queremos visitar.

Como referencia al inicio de la visita, nos situamos en una plaza moderna con esta estatua en el centro.


Caminamos con dirección a la Plaza Schlossplatz, vamos viendo sin perder detalle los edificios, motivos florales que adornan las calles...



Enseguida nos damos cuenta que nos acercamos al centro histórico porque aparecen torres y los edificios lo confirman.
La plaza Schlossplatz lo considero el punto más importante de la ciudad, como punto de reunión para los locales o como gran mirador de los edificios que allí se pueden visitar.


Destacar la bonita Catedral de la Santísima Trinidad "Hofkirche".

Desde aquí nos vamos a visitar la Ópera Semperoper.



Regresamos a la Catedral y nos vamos a visitar Fürstenzug, el Desfile de los Príncipes, que es el nombre del mural donde se muestra un desfile de jinetes. El mural está formado por unos 24.000 azulejos de porcelana y representa a los monarcas de la Casa de Wettin.


Desde aquí visitamos la iglesia luterana Frauenkirche, de la época barroca.

Seguimos caminando hasta llegar a otra  de las atracciones turísticas de la ciudad, la Terraza de Brühl, un bonito paseo mirador sobre el río Elba.

Ahora nos vamos a cruzamos el Puente de Augusto y llegamos a una zona verde donde la gente lee en el césped, monta en bicicleta o se toma una cerveza en alguno de los chiringuitos que hay.

Aprovechamos uno de esos locales para sentarnos a comer alguno de los platos famoso del país (salchichas y codillo) y bebernos una gran cerveza en jarra.

Las vistas desde este lugar son muy bonitas,

La sobremesa se alargó bastante, nos sentamos en el césped mirando hacia la otra orilla, nos sentimos relajados o mejor dicho perezosos.

Volvemos a pasar el Puente Augusto y nos encontramos la  Schlossplatz repleta de gente, haciendo corro escuchando música callejera.





Pasamos la tarde por la zona y esperamos a que anocheciera para ver la iluminación de los edificios, pero para nuestra sorpresa, debía ser día festivo porque tiraron muchos fuegos artificiales.







ESTRASBURGO- BADEN-BADEN- EISENACH- ERFURT

 Como es habitual en nuestros viajes, el despertador suena temprano, hay que salir sobre las 9:00 horas para aprovechar bien el día, cambiamos de país y nos vamos a Alemania.


La primera visita del día es la ciudad balnearia de Baden-Baden. El camino nos lleva algo menos de una hora, buscamos un aparcamiento y salimos dispuestos a dar un paseo por esta elegante, bonita y bien cuidada ciudad.

Situada a los pies de la Selva Negra, Baden-Baden es ideal para todo el que busque unos días de bienestar y descanso.

La ciudad ofrece dos baños termales "Caracalla" o terma moderna y "Friedrichsbad" o baño antiguo, además de buenos hoteles con spa.


También se puede disfrutar del Teatro de de la Ópera "Festspielhaus", del Museum Frieder Burda o de una visita al Casino Baden-Baden.



Nuestras dos amigas y compañeras de viaje, Mónica y Ana, deciden entrar en el balneario moderno y Alfonso y yo nos vamos a dar un paseo y sentarnos en una terraza a tomar un café (en otra escapada que hicimos a esta ciudad sí que entramos y nos gustó mucho).



La entrada que cogieron en el balneario era para una hora, por lo que sobre las 12:30 ya están en la puerta y nos vamos hasta el coche para salir dirección Eisenach, donde queremos visitar el Castillo de Wartburg.

Entre una ciudad y otra tenemos 360 km, por lo que nos vemos obligados a parar a comer en un área de servicio.

A las 17:30 horas llegamos al Castillo de Wartburg, una impresionante fortaleza medieval Patrimonio de la Humanidad, situada al borde de un precipicio de 410 m. cerca de la ciudad de Eisenach que queda abajo.



Pagamos los 9 euros que cuesta la entrada y nos impregnamos del aire medieval que se respira en el interior.

Leyendo un poco de la historia de esta fortaleza, encontramos que su fundador fue el feudal de Schauerbur y la leyenda cuenta que se escapó de sus perseguidores saltando al vacío desde la torre del castillo, desde entonces se le conoce como Luis el Saltador.

También nos explican que Martín Lutero se hospedó en el castillo intentando escapar del revuelo que causan sus ideas en la sociedad alemana de entonces.



Os dejamos alguna de las vistas que se obtienen desde la zona alta del castillo.



Después de la visita regresamos al coche para encaminarnos a la ciudad de Erfurt, donde tenemos el hotel para esta noche.

Vamos directos al hotel a dejar las cosas y ducharnos para salir a dar una vuelta por la ciudad y cenar en alguna de las terrazas que ya hemos visto al llegar.


Esta ciudad con aires medievales, encandila al visitante con sus fachadas, torres, iglesias y puentes.




El paseo que damos por el centro histórico nos lleva hasta la Catedral de Santa María, la Iglesia de San Severo y pasamos por otras cuantas más (la ciudad cuenta con más de 20 iglesias).


La tarde va cayendo y empezamos a sentir hambre, por lo que nos sentamos en una terraza a cenar. No podemos disfrutar de la sobremesa porque el frío se hace notar, y es que se nos ha olvidado que estamos en Alemania y aquí el clima cambia.

AMSTERDAM- MERCADO DE FLORES- MADRID

 Despertamos temprano, es nuestro último día de viaje y queremos aprovechar para ir a primera hora a visitar la subasta de flores de Aalsmeer (la subasta de flores más grande del mundo).

En la sala de subastas podemos escuchar el bullicio de los comerciantes haciendo pujas a contra reloj.
 Es increíble ver como van pasando carros repletos de flores de todas clases y colores.




Sin duda es una experiencia muy curiosa, y no hago más que pensar como pueden distribuirse las flores desde aquí a cualquier parte del mundo ...

El camino al aeropuerto queremos hacerlo despacio para ir viendo los preciosos campos repletos de tulipanes que adornan el paisaje en esta época del año.




Una suerte haber podido ver el país tan florido !!!

Llegamos al aeropuerto y como no tenemos que facturar maleta, los trámites los hacemos rápido y enseguida estamos en la zona internacional buscando un sitio donde poder comer algo antes de embarcar en el avión.

El vuelo de Air Europa despega puntual a las 15:00 horas y en dos horas y media estamos aterrizando en Madrid.

AMSTERDAM- LA HAYA- MADURODAM- ROTTERDAM- AMSTERDAM

 Amanece otro día y enseguida nos preparamos para hacer otra excursión de día completo, esta vez hacia el sur, para visita La Haya, ciudad de la Corte holandesa, ya que es aquí donde viven los reyes, y donde se alberga el Tribunal Internacional de Justicia.


En la ciudad hay varios museos importantes para los amantes del arte, nosotros en este viaje llevamos el tiempo contado y no visitaremos ninguno.

Visitamos el Castillo de los Condes de Holanda (Binnenhof), formado por un grupo de edificios de carga institucional, como la Sede Parlamentaria de los Países Bajos o el Ministerio de Asuntos Generales, entre otros.

También visitamos el Ridderzaal, donde se encuentra el Salón de los Caballeros, donde se estrena anualmente la temporada parlamentaria con el discurso de los reyes.



Por último nos vamos hasta el Palacio de la Paz, que alberga el Tribunal Internacional de Justicia.
No se puede visitar por dentro, tan sólo se puede acceder un poco a los jardines y nada más.

Regresamos al coche para dirigirnos hacia Madurodam, situado a unos 6 km de la Haya.
Sacamos las entradas y la primera impresión es sentirnos como gigantes ante tantos monumentos hechos en miniatura.
Madurodam es un parque donde se pueden ver los edificios más emblemáticos de los Países Bajos.






A la salida del parque buscamos un restaurante para comer y descansar un poco, pero  sin demorar la sobremesa volvemos a la carretera poniendo rumbo hacia la ciudad de Rotterdam.

Rotterdam es una ciudad con edificios modernos y una zona industrial de las más importantes del mundo debido a que tiene el segundo puerto más grande del mundo (el Europoort).

En la ciudad visitamos el edificio del Ayuntamiento (Standhuis), ubicado en Coolsingel, una de las calles mas importantes del centro.


De frente al edificio se encuentra la zona de Stadhuisplein, llena de bares y restaurantes.

En coche nos dirigimos a visitar el mercado (Market Hall), un impresionante y moderno edificio donde podemos encontrar un parkin subterráneo, mercado de todas clases, tiendas, restaurantes y en la parte de encima apartamentos para vivir.

Desde el mercado caminamos hasta las famosas Casas Cubo, que son casas en forma de cubo inclinadas 45º. Cada casa representa un árbol y todas juntas un bosque.

Seguimos caminando hasta el Puente Erasmus, una gran obra de ingeniería que mide 802 metros, conectando las dos orillas del río Maas (tiene carril para coches, tranvía, bici y aceras peatonales).

Finalizamos la visita en la Torre Euromast, con sus 185 metros se convierte en un bonito mirador de la ciudad (el inconveniente es su elevado precio, 19 euros).

Regresamos a por el coche y emprendemos regreso a Amsterdam.

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