DÍA 3: LA SPEZIA- PISA

 Hoy despertamos mucho más relajadas, el tiempo es oro, pero el objetivo de ver los pueblos de Cinque Terre está realizado, aunque no por eso vamos a desperdiciar el día ya que nos vamos a Pisa para conocer la ciudad.

En el trayecto del tren hasta Pisa tenemos que sacar la tarjeta de embarque para el vuelo de mañana, así como rellenar los trámites exigidos antes de entrar en España por el tema del coronavirus.

Casi sin darnos cuenta el tren anuncia la parada de Pisa y nos vamos preparando para bajar. Una vez en la estación, buscamos en el GPS la dirección del hotel y como vemos que no queda lejos decidimos ir caminando hasta allí para dejar el equipaje.

Liberadas del equipaje volvemos a las calles de Pisa dirigiéndonos al centro. El paseo hasta llegar a la Torre inclinada, la Catedral y el Baptisterio ya nos va encantando, la ciudad tiene un encanto especial ...

Pasamos el río Arno por el Puente Solferino y a partir de aquí ya nos adentramos en la ciudad que venimos buscando, la auténtica Pisa.

Ponte Solferino (Río Arno)

No tardamos en llegar al Campo dei Miracoli  donde nos recreamos durante algo más de una hora haciéndonos fotos.

Para subir a la Torre de Pisa hay un número determinado de entradas, por lo que hay que apresurarse si quieres entrar (nosotras no entramos porque en otra visita anterior a Pisa ya habíamos hecho esa visita).

El Duomo de Pisa es una preciosa catedral católica dedicada a Santa María Asunta. 

Catedral medieval con una fachada de mármol gris y piedra blanca no deja indiferente a nadie.

Catedral de Pisa

La Torre inclinada se construyó en el año 1173 como campanile del Duomo. Su inclinación se debe a que se construyó en terreno arenoso y los cimientos no fueron firmes.


 Torre de Pisa

En cuanto al Baptisterio de Pisa, decir que está dedicado a San Juan Bautista y que está considerado como el más grande de toda Italia.


Baptiesterio de Pisa

Sin duda este conjunto monumental merece la pena ser visitado y todos los turistas nos vamos encantados.


Campo dei Miracoli

Damos una vuelta por los alrededores y no tardamos en encontrar una terraza donde sentarnos a comer que ya es hora.

La sobremesa no es larga, nos queda mucho que ver en la ciudad, pero antes de irnos, no nos resistirnos a sacar alguna foto más para el recuerdo.


Pisa

Vamos por la Vía dei Mille hasta llegar a la Iglesia di San Sisto in Cortevecchia, construida en piedra de estilo románico pisanense.


Iglesia di San Sisto in Cortevecchia

Seguimos perdiéndonos por la ciudad hasta llegar a la Piazza dei Cavalieri, sin duda una de las plazas más bonitas de todo el recorrido que hicimos.
En la antigüedad, esta plaza representaba el centro del poder civil. A partir de la segunda mitad del siglo XVI fue la sede de la Orden de Caballeros de San Esteban.

En esta plaza encontramos el Palazzo della Carovana, antiguo Cuartel General de la Orden de Caballeros de San Esteban. En la actualidad es la sede de la Scuola normale superiore di Pisa.


Palazzo della Carovana


Detalles de la fachada del Palazzo della Carovana. Escudos y estatua de Cosimo I

En la misma plaza también se encuentra la Iglesia de Santo Stefano dei Cavalieri, construida para la Orden de los Caballeros de San Esteban.


Iglesia de Santo Stefano dei Cavalieri. Piazza dei Cavalieri

Otro edificio a tener en cuenta en la plaza es el Palazzo dell' Orologio o Palacio del Reloj.


Palazzo dell' Orologio

Seguimos caminando por calles comerciales hasta llegar a las Termas Romanas, tradicionalmente conocidas como "Baños de Nerón", situadas entre la Abadía de San Zeno y la Catedral. En la actualidad se conservan en un estado bastante ruinoso.


Termas Romanas. Pisa

No muy lejos se encuentra la Iglesia de Santa Catalina y hacia allá que nos vamos para visitarla. 

Iglesia de Santa Catalina



Interior de la Iglesia Santa Caterina

Ya es media tarde y el cuerpo nos pide una parada para tomar un café y relajarnos un poco, por lo que de camino a la Piazza delle Vettovaglie nos sentamos en una terraza. Poco a poco se va haciendo de noche y es un buen momento para hacer la visita del resto de la ciudad con la iluminación artificial, cosa que me encanta hacer en todas las ciudades.

Piazza delle Vettovaglie

Queremos llegar hasta el río para ver la zona iluminada y pasamos por la alegre Plaza Garibaldi. 


Plaza Garibaldi


Ponte Solferino (Río Arno)

Es el momento de regresar al Campo dei Miracoli y la Piazza dei Cavalieri para ver los monumentos iluminados y con esto poner fin a la visita a Pisa.


Catedral y Torre de Pisa


Piazza dei Cavalieri


Piazza dei Cavalieri

De regreso al hotel paramos en un restaurante a cenar y poner broche de oro a esta preciosa escapada de cuatro días por tierras italianas. Y brindamos por que estas escapadas de amigas se repitan y sigamos conociendo lugares espectaculares.


Cenando en Pisa




 



DÍA 2: LA SPEZIA- CORNIGLIA- RIOMAGGIORE- MANAROLA- MONTEROSSO- PORTOVENERE- LA SPEZIA

 Comienza nuestro segundo día de vacaciones a las 7:30 horas cuando suena el despertador. Toca asearse y bajar a desayunar a una cafetería donde tenemos que entregar una ficha que nos ha dado el hotel y con eso ya tenemos el desayuno pagado.

Con el estómago lleno, regresamos al hotel para terminar de prepararnos y salir caminando los pocos metros que nos separan de la estación de tren.

Subimos al primer tren que parte con destino a Corniglia, nuestro primer pueblo a visitar hoy. El trayecto es tan corto que apenas nos damos ni cuenta y ya tenemos que bajarnos del tren.

Para los que tenemos pagado el bono para visitar Cinque Terre, tenemos gratuito un bus que nos acerca hasta Corniglia, ya que la estación está bastante alejada del pueblo. Otra opción es pagar el bus allí o subir caminando por el sendero y escalones que se ve bien indicado.

El bus sale al lado de la estación de tren y nos deja justo a la entrada del pueblo. Nada más bajar del bus comenzamos a callejear y encontramos pequeñas tiendas de souvenirs bien adornadas para llamar la atención de los turistas.


Calle de Corniglia

El pueblo se encuentra en un promontorio rocoso con preciosas vistas al mar. Ese es nuestro primer objetivo, llegar hasta alguno de los miradores que hay para ver el mar y obtener vistas a los otros pueblos de Cinque Terre.


Acceso a uno de los miradores de Corniglia


Vista de la costa desde Corniglia

Seguimos conociendo el pueblo caminando por sus estrechas calles hasta llegar a la Iglesia Parroquial de San Pietro, situada en la parte alta de Cornigia. La iglesia es de estilo gótico-ligure y está construida sobre las ruinas de una capilla del siglo XI.


Iglesia de San Pietro

En la fachada resalta el bonito rosetón de mármol blanco, y en su interior resaltar la pila bautismal del siglo XII y el retablo del altar.


Interior de la iglesia de San Pietro

Además, no hay que perderse otras visitas como El Oratorio de los Disciplinados de Santa Caterina, El Santuario de Nuestra Señora de las Gracias o las bonitas vistas que se obtienen desde la Plaza de Largo Taragio.

Tardamos casi dos horas en callejear el pueblo y sin duda nos queda un precioso recuerdo de Corniglia.


Calle de Corniglia


Vistas de Corniglia

Nos dirigimos a la parada del autobús para abandonar Coniglia y ponemos rumbo hasta la estación de tren.

Montamos en el tren para poner rumbo a Manarola, pero no sabemos por qué, el tren no paró y llegamos a Riomaggiore directamente. 

En la parada de Riomaggiore nos hemos apeado mucha gente, nosotras esperamos unos minutos a que se despeje la zona y enseguida nos ponemos a caminar.

Riomaggiore es el pueblo más oriental de las Cinque Terre y tiene una ubicación privilegiada. 

Riomaggiore

Para comenzar la visita a Riomaggiore nos dirigimos a la zona del puerto a través de una calle repleta de gente.

Las vistas desde el puerto son las más representativas de Riomaggiore, pero hay tanta gente que apenas podemos acercarnos a algún sitio sin tener que pedir perdón para que se retiren.


Disfrutando de las vistas de Riomaggiore

Pasamos en la zona un buen rato, pero es el momento de seguir conociendo el pueblo donde es aconsejable visitar el Castellazzo di Cerricò (Castillo de Riomaggiore) ubicado en la colina homónima.


Castellazzo di Cerricò

Otras visitas aconsejables son la Iglesia de San Juan Bautista, la Iglesia de la Hermandad de la Asunción y el Santuario de Nuestra Señora de Montenegro.

Calle de Riomaggiore

Antes de abandonar el pueblo nos sentamos en una terraza a tomar una cerveza con una fritura de pescado que recomendamos probar a todo el que venga a este pueblo de visita.

Después del breve descanso nos vamos hasta la estación de tren para poner rumbo hasta Maranola, el último pueblo que nos queda por conocer.

Nada más bajar del tren nos encontramos con una calle repleta de restaurantes y abarrotada de gente.


Calle de Manarola

La calle nos lleva hasta el mar, desde donde se obtienen vistas a una suave colina donde hay restaurantes igual de llenos que en la zona del pueblo donde nos encontramos, nos imaginamos que va a ser difícil poder comer tranquilas aquí, pero por la hora que es, no nos queda más remedio que ir mirando alguna terraza donde sentarnos y esperar el turno.


Manarola

Una visita que recomendamos hacer en Manarola es la Iglesia de la Natividad de María la Virgen (conocida como la Iglesia de San Lorenzo, patrón del pueblo).


Vista de Manarola

Como hemos dicho, aprovechamos a comer en Manarola y sin perder mucho tiempo nos levantamos para aprovechar la tarde y hacer el barco turístico que nos llevará desde Monterosso hasta Portovenere.

Nos vamos en tren hasta Monterosso y a pie de playa nos encontramos con la taquilla para sacar el ticket del barco. Nos toca esperar un rato hasta que se llega la hora de partir y nos situamos en la parte de arriba, al descubierto para ir sacando fotografías de los pueblos de Cinque Terre desde otra perspectiva totalmente diferente a la que hemos visto.


Vista de Monterosso desde el barco

El barco se aleja de la costa de Monterosso y poco a poco nos acerca al siguiente pueblo, Vernazza, que ya podemos ver desde lejos.


Vista de Vernazza desde el barco

Según vamos navegando el sol va perdiendo fuerza y comenzamos a abrigarnos porque la marea se hace notar.


Vista de Corniglia desde el barco

El trayecto desde Monterosso hasta Portovenere tiene una duración de algo más de una hora y en muchos tramos se puede ver con claridad el llamado Camino del Amor o Via dell'Amore.


Via dell'Amore vista desde el mar


Vista de Manarola desde el barco


Vista de Riomaggiore desde el barco

Finalmente llegamos a Portovenere y la luz del día comienza a deleitarnos con unos colores que ni podíamos imaginarnos.


Llegada a Portovenere

Desembarcamos y nos dirigimos a visitar este precioso y pintoresco pueblo.

Portovenere es un pueblo medieval situado al final del golfo de La Spezia y donde comienza el golfo de Génova.

Entramos por el arco que da acceso al pueblo y vamos caminando en sentido ascendente por una calle empedrada donde hay atractivas tiendas de souvenir a ambos lados.


Accediendo a Portovenere


Paseando por Portovenere


Rincones de Portovenere al atardecer

Terminada la calle llegamos a una plaza desde donde se obtienen preciosas vistas de la iglesia de San Pedro, el Castillo y la Gruta Byron.


Portovenere

Sin dudar, este es un lugar precioso para ver con los últimos rayos de sol, los colores son fantásticos ...


Disfrutando de una preciosa puesta de sol


Iglesia de San Pedro. Portovenere

En pocos minutos nos quedamos sin luz y emprendemos el regreso por la calle comercial casi en solitario.


Calle de Portovenere


Despidiéndonos de Portovenere

Es hora de ir a buscar una parada de autobús para emprender el regreso a La Spezia, hoy ha sido un día muy completo y ya tenemos ganas de llegar al hotel.

Nos cuesta un poco encontrar la parada de bus, un conductor de autobús nos indica dónde poder comprar el ticket y esperar al siguiente que pase.

El viaje hasta La Spezia se nos hace un poco largo, pensábamos que estaba bastante más cerca, pero el problema ha sido no saber en qué parada apearnos, vamos que nos hemos hecho un tour por toda la ciudad hasta que hemos preguntado al conductor donde podemos bajar lo más cerca posible de la estación de tren.
Por suerte estábamos a poca distancia de una de las calles que visitamos la primera noche que llegamos y enseguida comenzamos a recordar el camino hasta las calles céntricas.

Aprovechamos un restaurante para cenar y descansar un poco, y tenemos que decir que nos hemos puesto "las botas" con la degustación.


Cenando en La Spezia

Terminamos bastante cansadas y poco a poco regresamos al hotel para descansar.














DÍA 1: MADRID -PISA- LA SPEZIA- MONTEROSSO- VERNAZZA- LA SPEZIA

 El despertador suena con dulce melodía anunciando que hoy comienza un nuevo viaje entre amigas para disfrutar de una parte de Italia completamente desconocida para mí (no para Alfonso, que por motivos de trabajo ha viajado varias veces a estos pueblos y por eso en esta ocasión no nos acompaña).

Son las 5:00 horas y hay que prepararse rápido porque hemos quedado en salir de Ávila con destino al aeropuerto de Madrid a las 5:35 horas.

Enseguida estábamos reunidas y montadas en el taxi que nos lleva y aunque el sueño está presente en todas, intentamos dar conversación al taxista. El viaje se nos hizo corto, enseguida estábamos parando frente a las puertas de la T1 de Barajas.

Seguimos la rutina de todo pasajero al llegar al aeropuerto, buscamos el control por el que entrar y después de pasarlo y antes de ir a buscar la puerta de embarque nos paramos a desayunar y así despejarnos un poco de la pereza.

Con el estómago lleno ya se ven las cosas de otra manera y es entonces cuando nos vamos a la puerta de embarque donde esperamos pacientemente para entrar al avión.

El vuelo sale puntual a las 9:05 y no tardamos mucho en quedarnos dormidas hasta prácticamente el anuncio de que ya se estaba preparando la cabina para el aterrizaje.

El aeropuerto de Pisa es pequeño, salimos a la calle y caminamos los pocos metros que separan la terminal del aeropuerto de la estación de tren.

Sacamos los tickets hasta la estación central de Pisa y esperamos a que llegue el tren. El trámite es muy sencillo y muy rápido, sin apenas enterarnos estamos ya en la estación central de Pisa comprando de nuevo los tickets para ir hasta La Spezia, ciudad donde tenemos el alojamiento.

El tren tardará en salir unos 25 minutos, por lo que volvemos a tomar un café para despejarnos y hacer tiempo.

Una vez sentadas en el tren, todo son risas, bromas, ya se sabe, el buen rollo de estar de vacaciones ...

El trayecto se nos hace un poco largo, debe ser el cansancio del viaje, ya llevamos muchas horas en pie desde que salimos de casa.

Por fin llegamos a nuestro destino, La Spezia. Sólo tenemos que salir de la estación y caminar apenas 5 metros hasta nuestro hotel, todo un acierto haberlo cogido tan cerca para podernos mover así de rápido.

Hacemos el checkin y después de pasar unos minutos en la habitación, no tardamos en estar en la recepción deseando salir a conocer alguno de los pueblos de Cinque Terre.


Nuestra habitación en La Spezia

Regresamos a la estación para pedir información sobre el bono del tren para viajar durante dos días por los pueblos de Cinque Terre. En el hotel ya nos habían orientado sobre los precios y estábamos dispuestas a comprarlo para no perder tiempo sacando tickets cada vez que queremos ir de un pueblo a otro.
Pagamos 29,00 euros por cada bono y nos vamos al andén indicado para ir a visitar Monterosso.
La elección de comenzar por Monterosso ha sido por ir al más lejano ya que hemos visto que el tiempo se puede estropear mañana y no queremos verlo con mal tiempo (cosa que luego no ocurrió pero por si acaso).
El trayecto no supera los diez minutos y cual fue nuestra sorpresa que al salir de la estación nos recibe Monterosso con una preciosa estampa de la playa y un sol radiante !!! creo que fue la imagen que más voy a recordar de este precioso viaje.


Playa de Monterosso

Nosotras somos de Ávila y Segovia y esta mañana antes de salir el termómetro marcaba 1º C, y al llegar aquí la gente se está bañando, esto si que no podíamos ni imaginarlo.
No tardamos en quitarnos el jersey, el calor es sofocante y queremos sentarnos en una terraza a tomar algo antes de comenzar la visita.


Disfrutando del buen tiempo de Monterosso


Monterosso

Caminamos por el paseo marítimo y ya vemos la Torre Aurora, situada en el cerro de San Cristobal. La torre divide la antigua villa medieval , extendiéndose a lo largo de las orillas del río Branco. Llegamos al pueblo donde encontramos las calles llenas de turistas en todas direcciones.


Vista de la Torre Aurora al fondo

Las callejuelas están llenas de tiendecitas de souvenirs y se hace muy entretenida la visita.

La Iglesia de San Giovanni Battista es de estilo gótico ligure. La fachada alterna mármol blanco y serpentina verde, flanqueada por dos pares de columnas de mármol y un rosetón central perforado en mármol blanco.


Iglesia de San Giovanni Battista


Interior de la Iglesia de San Giovanni Battista

Detrás de la iglesia de San Giovanni Battista se encuentra el Oratorio de la Hermandad de los Negros, donde se conserva una estatua de San Antonio Abate, procedente del convento dedicado a este Santo.


Calle de Monterosso

De regreso a la zona de la playa, decidimos subir al cerro de San Cristóbal, que divide la parte vieja de la nueva. Las vistas desde este cerro son espectaculares...


Acantilados de Monterosso


Vista del embarcadero de Monterosso

Subiendo los escalones del cerro hay un indicador que lleva hasta el Convento de los Capuchinos y la Iglesia de San Francisco.


San Francisco frente a la Torre Aurora

El calor aprieta y decidimos emprender el regreso hasta la playa donde nos esperan algunas compañeras del grupo que han decidido sentarse en la playa para descansar y tomar un poco el sol.


Vista de la playa de Monterosso

Encantadas por la visita de Monterosso nos vamos hasta la estación para subir al siguiente tren que pasara con destino  Vernazza.

Este pueblo, noble y elegante, se extiende a lo largo del arroyo Vernazzola, ahora cubierto, refugiándose en las laderas de un afloramiento rocoso.
Sus calles son empinadas y estrechas y el recorrido nos lleva a una pequeña plaza situada frente al puerto.


Vista de Vernazza al salir de la estación


Calle de Vernazza


Vista desde el puerto de Vernazza

La Iglesia de Santa Margarita de Antioquía es de estilo gótico-ligure y se asienta sobre una montaña con vistas al mar, protegida por rocas. Es una de las estampas más fotografiada por los turistas.


Posando en Vernazza

La gente se sienta a disfrutar de los últimos rayos de sol, pero nosotras nos apresuramos a pasear por sus calles para conocer cada rincón antes de que se vaya la luz.

Callejeando es donde veo y advierto que hospedarse en el pueblo hace a los turistas subir con sus equipajes muchos escalones hasta llegar a sus aposentos, y no quiero ni pensar lo incómodo que puede suponer si llevas maletas grandes ...

Subiendo y subiendo escaleras llego a la taquilla del Castillo de los Doria de Vernazza (2,00 euros la entrada). El Castillo es un imponente bastión ubicado en lo más alto de una cresta rocosa donde se levanta la torre Belforte. 


Torre Belforte en el Castillo de los Doria 

En el lado opuesto al castillo hay una fortificación, El Torreón de los Vernazza, que se levanta en el interior del jardín de los Padres Menores Reformados de San Francisco.

Para finalizar la visita no hay que perderse el Santuario de Nuestra Señora de Reggio, construido sobre una cripta existente asociada a un cementerio.


Vistas de la Iglesia de Santa Margarita de Antioquía desde el Castillo de los Doria


Vistas de Vernazza

Comienza el descenso por los escalones hasta llegar a la calle principal donde las tiendecitas de recuerdos siguen abiertas y los restaurantes comienzan a servir las cenas.

Es hora de ir al tren y regresar a La Spezia para buscar un restaurante donde cenar y meternos en la cama pronto para descansar.








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