PLAYAS DEL ALGARVE- CABO DE SAN VICENTE

 Hoy nos hemos despertado a las 8:00 y tenemos muchas ganas de disfrutar del día visitando las bonitas playas que en tantos reportajes televisivos hemos visto.


Vamos parando en varias playas de las que nos vamos encontrando, pero a la primera que de verdad dedicamos tiempo y paseo es la Praia dos Pescadores, situada en la localidad de Albufeira.




Albufeira es la principal ciudad referencia turística del Algarve.




Después de disfrutar una buena parte de la mañana en Albufeira, nos ponemos en camino para seguir disfrutando de la costa y  sus pueblos.

La siguiente parada es Portimao donde paseamos un poco por el centro y visitamos entre otras cosas, el Convento dos Jesuitas.




La localidad es conocida principalmente por su moderno puerto deportivo y la preciosa Praia da Rocha, donde nosotros pasamos un buen rato disfrutando del buen tiempo.






Aprovechamos para comer en el paseo marítimo y luego nos vamos a la localidad de Lagos para seguir disfrutando de los paisajes marítimos que nos ofrece.




Cuando comienza a caer la tarde nos entra la prisa porque queremos llegar a ver la puesta de sol al Cabo de San Vicente.

Nos ponemos en camino y antes de llegar nos encontramos con la famosa fortaleza, por lo que decidimos hacer una pequeña parada para acercarnos y hacer una visita.
En posición dominante, la fortaleza corona el Cabo de Sagres.




En sus escarpados acantilados se disfruta de una deslumbrante panorámica de la costa, del cabo de San Vicente y de la inmensidad del Océano Atlántico.






Volvemos a ponernos en camino para hacer los pocos kilómetros que quedan hasta el Cabo de San Vicente, donde ya hay mucha gente preparada con sus cámaras para fotografiar la puesta de sol.


El Cabo de San Vicente es un accidente geográfico situado en el extremo sudoeste de Portugal.





En el momento en que se metió el sol por el horizonte, empezamos a notar frío y enseguida emprendimos el regreso hasta Faro para cenar y meternos pronto en la cama, sin duda hoy ha sido un día precioso para recordar.

AVILA- TAVIRA- OLHAO- FARO

 El despertador nos suena a las 5:00 horas, para ser el primer día de puente no nos hace mucha gracia el madrugón, pero sabemos que tenemos una aventura y muchos kilómetros por delante.


Enseguida estamos preparados y nos ponemos en camino con el propósito de no descansar hasta que lleguemos a Mérida.
Después de hacer un breve descanso para tomar un café y estirar las piernas, volvemos a la carretera para seguir el camino.
Pasamos por Sevilla y aunque nos hubiera gustado parar un rato, sabemos que todavía tenemos muchos kilómetros y decidimos seguir.

Llegando ya a la frontera con Portugal, buscamos una gasolinera para llenar el depósito, ya que en el país vecino la gasolina es bastante más cara que en España.

Enseguida pasamos el puente sobre el río Guadiana y comenzamos a ver carteles que nos indican que estamos en Portugal.



Nuestra primera parada es la localidad de Tavira, antigua ciudad árabe que se extiende a lo largo de las riberas del río Gilao.






La visita a la ciudad es muy agradable, un paseo por sus calles empedradas y pequeñas plazas te hace ir conociendo iglesias y edificios históricos.



Al sur de la ciudad se encuentran las playas de Ilha de Tavira, un bonito lugar para pasar unas vacaciones.

Nosotros aprovechamos para comer ya que comienza a llover y parece que va a caer agua en serio.
Después de una larga sobremesa esperando a que deje de llover, nos vamos a por el coche para seguir el camino hasta Olhao.

Olhao es una pequeña ciudad situada a 10 km de Faro por lo que no tiene turismo en masas y sí mucha vida local y comercial.
El antiguo barrio e pescadores se extiende hasta la orilla de la ría, son unos 500 metros e calles estrechas y peatonales con edificios encalados y baldosines blancos y negros.




Como en la mayor parte de las ciudades del lado este del Algarve, no está en la orilla del Atlántico, sino que le separa de él el Parque Natural de la Ría Formosa, una serie de rías, lagunas e islas que hay que atravesar en barco para llegar a las islas que limitan con el mar y que tienen fantásticas playas.



Ya cansados por el largo viaje, nos vamos al apartamento que tenemos alquilado para estos días en Faro.

SAN JUAN DE GAZTELUGARTE- BILBAO- AVILA

 Hoy nos hemos levantado a las 6:30 horas para salir pronto y poder llegar antes de comer a ver la ermita de San Juan de Gaztelugatxe en Bilbao.

Teníamos ganas de visitar ese lugar pero nunca habíamos tenido la oportunidad y esta vez no iba a pasar de largo.
Teníamos 490 km por delante y sólo hicimos una parada en San Sebastián para tomar un café y estirar las piernas un poco.
A las 13:30 horas estábamos en el mirador de Gaztelugarte, un bonito lugar con unas vistas estupendas.



No sabíamos muy bien como poder bajar para ir a la ermita, pero seguimos a unas personas que bajaban por una empinadísima cuesta y poco a poco lo vimos cada vez más cerca.
Yo iba pensando en que ahora era bajada, pero cuando tuviéramos que hacerlo a la inversa nos iba a costar mucho hacer ese tramo final.


Empezamos a subir los escalones que llevan a la ermita y después de un rato nos sobraba toda la ropa del sofoco que llevábamos.
El lugar tiene unas vistas muy bonitas, el camino hasta llegar y la ermita son  peculiares al estar enclavados en un paraje extraordinario.


Después de descansar un poco y tocar la campanilla que tiene, nos pusimos en marcha a deshacer el camino, y cuando llegamos al mirador donde habíamos dejado el coche íbamos cansadísimos y con una sudada espectacular. Yo tenía razón en mis pensamientos de que nos iba a costar regresar.

Ya eran más de las 15:00 horas cuando nos pusimos en marcha para ir a Bilbao a comer, pero nos encontramos con un McDonald's en un polígono a la entrada y nos quedamos ahí a comer y descansar un poco.
Cuando recuperamos las fuerzas nos fuimos a dar una vuelta y tomar un café por la zona del puente colgante y sin demorar mucho nos volvimos al coche para hacer los kilómetros que nos quedaban para llegar a casa.





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